El primer ministro, Boris Johnson, ha asegurado que va a eliminar los requisitos de pruebas contra la COVID-19 a todos aquellos viajeros con pauta vacunal completa que ingresen a Inglaterra. “Ahora nos estamos moviendo a través de la ola provocada por Ómicron, y aunque debemos ser cautelosos, vemos que las cifras están empezando a mejorar”, aseguró el primer ministro.
“Lo que estamos haciendo con respecto a los viajes, para mostrar que el país está abierto para los negocios, para los viajeros, es hacer ver que vendrán cambios para que las personas que lleguen ya no tengan que hacerse pruebas si han sido vacunadas con dos dosis”, confirmó.
Posteriormente, el ministro de Transporte de Reino Unido, Grant Shapps, confirmó la supresión de la obligatoriedad de someterse a la prueba diagnóstica, detallando que la medida entrará en vigor el 11 de febrero y que los turistas con el esquema completo de vacunación únicamente tendrán que verificar su estado con un localizador.
Según el ministro británico, las pruebas diagnósticas en fronteras para personas vacunadas han dejado de ser “útiles” y, a su juicio, esta medida hará que viajar sea “mucho más fácil”, permitirá ahorrar a las familias y proporcionará certidumbre a los turistas y la industria de cara a la época estival, según ha recogido la BBC.
Además, las autoridades británicas han reconocido la vacunación de otros 16 países, incluidos México y China, lo que significa que las personas con pauta completa de 118 países podrán entrar en Inglaterra con mayor libertad.
En cuanto a los viajeros no vacunados, tampoco tendrán que someterse a un test el día ocho de su visita ni guardar aislamiento, pero sí estarán obligados a portar un localizador para demostrar un resultado negativo en una prueba realizada dos días antes de viajar. También tendrán que someterse a una PCR en cuanto lleguen a Inglaterra.
Actualmente, los viajeros completamente vacunados deben realizarse una prueba diagnóstica contra la COVID-19 dos días después de ingresar al país.
Este lunes, el Ministerio de Salud de Reino Unido ha contabilizado 88.447 nuevos contagios y 56 fallecidos a causa de la COVID-19, que han elevado los totales a 15.953.685 y 153.916, respectivamente, en el marco de una estabilización de la situación epidemiológica después del repunte achacado a la propagación de la variante Ómicron.
Está previsto que el Gobierno británico levante las restricciones impuestas para contener la propagación de Ómicron –vuelta del teletrabajo, uso obligatorio de mascarilla y la necesidad de presentar el certificado de vacunación contra la COVID-19 para acceder a ciertas instalaciones– este miércoles. Al mismo tiempo, Escocia e Irlanda del Norte también han levantado algunas de las limitaciones impuestas.
El Ejecutivo de Johnson ha fiado el desarrollo de la situación de la pandemia en el país al plan de vacunación contra la COVID-19. Hasta este lunes, el 83,8% de la población británica cuenta con el esquema completo de inmunización, mientras que el 64,2% ya se ha puesto la tercera dosis.