Viajar al extranjero tiene, como consecuencia, que los imprevistos sucedan en un lugar donde la cultura o el idioma supone un problema. Pero no es la única de las consecuencias. Y es que una enfermedad más allá de las fronteras se puede convertir en una deuda que arrastrará el paciente.

Esto mismo sucede a la inversa, cuando nos convertimos en anfitriones y los centros sanitarios españoles abren sus puertas a los extranjeros. Pero ellos no abonan las facturas y está siendo un problema serio para las administraciones públicas, que acumulan millones de euros en deudas médicas de turistas y que se ven incapaces de cobrarlas.

Actualmente, el sistema sanitario español es garantista para ofrecer atención urgente a cualquier persona que lo necesita, con independencia de las coberturas con las que cuente. En caso de ser una persona española, su Tarjeta Sanitaria le cubrirá. En caso de ser europeo o británico, lo hará la Tarjeta Sanitaria Europea. Y para el resto de países, los seguros de viajes. ¿Pero y si el atendido no cuenta con esta identificación?

Ahí es cuando empieza el problema para las administraciones públicas, que deben de ingeniárselas para intentar cobrar de sus países de origen, generalmente en vano, las prestaciones ofrecidas. Es por ello por lo que esta situación se ha convertido en un serio problema para las arcas públicas.

Según los datos del INE, el gasto de los turistas internacionales en tratamientos de salud voluntarios aumentó en 2021 hasta los 57,97 millones de euros, incrementándose en casi 20 millones con respecto al año anterior, pero todavía lejos de los 87,49 millones de euros que supuso en el ejercicio de 2019.

Este gasto repercute a las diferentes administraciones de forma desigual, afectando a las zonas de costa e islas, más buscadas por los turistas internacionales. Es por ello que regiones como la Comunidad Valenciana, Canarias o Baleares están trabajando más para evitar que los visitantes se marchen sin pagar. En el caso de la última, esperan terminar el ejercicio de 2022 con más de 5.000 facturas sin cobrar desde 2019, suponiendo un total de 7,4 millones de euros. De ellas, el 80% pertenecen a ciudadanos comunitarios que no presentaron su Tarjeta Sanitaria Europea.

Es por ello por lo que el gobierno balear anunció el pasado mes de mayo que va a contratar un servicio de cobros en el extranjero para estas facturas, que se ocupe de perseguir a los deudores y recabar, al menos, el 40% de los importes impagados. En el caso de la Comunidad Valenciana, la deuda sumaba, entre el periodo comprendido de 2003 y 2020, los 80 millones de euros de deudas.

Todo para la sanidad pública

Una de las cuestiones que ha tenido controversia en este sentido ha estado presente en Canarias. En el archipiélago, los hospitales privados, cuando comprobaban que los pacientes atendidos no tenían cubierta su asistencia, los derivaban al servicio público de salud. Pero, posteriormente, era el Servicio Canario de Salud, que tampoco podía cobrar del turista, emitía una factura a la sociedad privada al considerarlo “tercero obligado al pago” por haber derivado al paciente.

Esta cuestión llegó a tal magnitud que finalmente fue el Tribunal Superior el que tuvo que dirimir que, tras dos sentencias a favor del gobierno autonómico, era en realidad la sociedad privada la que ganaba y, por tanto, concluía que era el sistema público de salud el que debía asumir el coste de estos visitantes.

Los europeos, los principales deudores

A pesar de tener su cobertura sanitaria asegurada gracias a la Tarjeta Sanitaria Europea, son precisamente los ciudadanos comunitarios los principales deudores de las arcas del estado español.

En concreto, países como Reino Unido –que continúa teniendo acceso a la sanidad tras los acuerdos aprobados en el Brexit–, Alemania, Francia e Italia acumulan las principales deudas. Esto se debe a que, cuando son atendidos, estos ciudadanos no llevan consigo el documento acreditativo. Posteriormente, el ciudadano debe presentar la tarjeta, pero ante el rechazo de estos, las facturas quedan sin abonar.

Adicionalmente, los países extracomunitarios que más facturas deben a la Hacienda española son Estados Unidos y Argentina.

Tarjeta Sanitaria Europea y seguro de viajes

Para evitar que nosotros nos veamos sumidos en esta situación, lo mejor que se puede hacer es asegurarse la asistencia sanitaria. Para los países europeos, así como para el Reino Unido, es posible viajar con cobertura médica gracias a la Tarjeta Sanitaria Europea, que se puede solicitar a través de la Tesorería General de la Seguridad Social.

Adicionalmente, tanto para los viajes a los países del Eurogrupo como para los externos, los seguros de viajes cuentan con asistencia médica en destino e, incluso, se han convertido en obligatorios para poder viajar a otros países, como Estados Unidos. Gracias a cualquiera de estas dos herramientas podemos estar tranquilos de que las deudas en sistemas sanitarios extranjeros quedarán cubiertos.