Marichal celebra que la demanda siga creciendo, pero lamenta que en las cuentas los elevados costes mermen los resultados.
Los hoteleros siguen manifestando su inconformidad hacia el Gobierno por obligarles a tener que trabajar a pérdidas en caso de que quieran abonarse al programa de turismo del Imserso. Así lo confirma Jorge Marichal, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), que reclama que “el Gobierno no puede aspirar a que los trabajadores de su concurso trabajen a pérdidas”.
De igual forma, en declaraciones a AGENTTRAVEL, Marichal valora positivamente las líneas de ayudas regionales que se han dispuesto para intentar apoyar al sector, y que “pone de manifiesto” que sus reclamaciones con ciertas, las de un sector que confiesa sentirse “maltratado” por el Ejecutivo.
¿Qué valoración final hacéis del puente de diciembre?
Hacemos un balance muy positivo. No fue todo lo positivo que parecía al principio debido a la climatología, pero estamos contentos con la demanda, que sigue fuerte y continúa subiendo. Todos los mercados emisores en general están teniendo un comportamiento positivo, y es buen síntoma de lo esperado. Al igual que el emisor británico, cuya demanda es muy positiva. La de fines de semana o en puentes, especialmente en el público nacional, es más sensible a la climatología, y como no acompañó el tiempo en ciertos lugares de España, se cancelaron algunas reservas previstas.
¿Qué valoración hace de las ayudas económicas para hoteleros del Imserso que están ofreciendo algunas regiones?
Lo que demuestran estas líneas de ayuda es que lo que decimos es verdad. Lo que hacen estos anuncios, como el de Alicante con esos dos millones de euros, es corroborar el pensamiento de que la dotación económica del programa está maltratando al sector alojativo en nuestro país.
En su día fue una idea muy positiva para mantener el empleo en épocas de escasa demanda y que permitía a las personas en edad de oro disfrutar de unas vacaciones a un precio razonable. Hasta el Gobierno hacía un negociazo, ya que con cada euro que se invierte en el programa se obtiene un retorno mayor.
Lo que está claro es que lo que no puede ser es que los hoteleros sean maltratados en este Imserso. Siempre hemos sido el actor más débil del programa, la pata más floja de la silla, porque los pliegos no están adecuados a nuestra realidad y no son justos. Siempre venimos denunciando que están mal hechos, incluso llegamos a ir a los juzgados. Está claro que las bases del concurso no están pensadas para la hotelería, se hacen desde otro punto de vista.
Siempre hemos sido la parte más floja porque nos han impuesto un oligopolio en agencias y transporte, con tres o cuatro empresas que son las que se pueden presentar a los pliegos. En cambio, somos más de 6.800 asociados, lo que nos convierte en la parte más débil al estar tan atomizados.
Ni siquiera creo que las bases se elaboren pensando en los jubilados, los consumidores finales, porque muy poco se puede esperar de un servicio que ofrece alojamiento, tres comidas, bebidas, servicio médico, animación y limpieza por escasamente veintipocos euros. Todo el mundo entiende que eso es imposible de hacer.
Lo que tenemos que conseguir son unas bases justas, que tengan en cuenta que la parte principal de esta experiencia turística es el hotel, y que, con arreglo a eso, se haga un concurso justo para que los hoteleros puedan participar, sin olvidar que quien más se tiene que beneficiar de todo esto son nuestros jubilados.
En estos meses, ¿se ha conseguido algún tipo de acercamiento con el Gobierno para solucionar la situación en el próximo concurso?
Sí, hace unos meses tuvimos una reunión con el director general del Imserso, y nos dieron a entender que el problema no venía de ellos. Publicaban el concurso y unas bases ya asentadas, que decían que están bien elaboradas.
Lo que les hemos pedido es que no vuelvan a sacar unas bases así y que nos tengan en cuenta al elaborar los pliegos para que sean justas, y que el hecho de que el sector claudique es porque esto viene ya desde hace años atrás y no les queda más remedio que tragar con ello para evitar que la situación sea incluso más complicada.
Lo que nos aseguraron fue que no se iba a prorrogar estas bases en el programa. Estamos esperando que se licite uno con incluso un presupuesto mayor, donde se pongan sobre la mesa los cálculos de costes de los expertos, ni siquiera los que nosotros propongamos, para evitar seguir trabajando a pérdidas, algo que no es ni normal ni se puede permitir. El Gobierno no puede aspirar a que los trabajadores de su propio concurso lo hagan a pérdidas. Lo que hacen es escudarse diciendo que ellos no están trabajando con nosotros, pero al final nos convertimos en la subcontrata de la subcontrata. Algunas empresas se aprovechan de su posición de dominio para hacer que se trabaje a pérdidas, y eso no se puede permitir.
¿Qué previsiones tenéis para el resto de la temporada navideña?
En Ashotel hemos presentado los datos para estas navidades en la provincia de Tenerife y son muy positivos. Ya no hablamos de perspectivas, sino de reservas que estaban ya dentro de los hoteles a día 12 de diciembre, y hablamos de un porcentaje que roza el 80% de ocupación hasta el 8 de enero. Teniendo en cuenta que muchas reservas se hacen a última hora desde la irrupción de la COVID-19, podemos decir que podemos estar por encima del 90% en el periodo navideño, algo muy importante, que ver cómo puede estar la situación en otros territorios.
¿Qué expectativas hay para la temporada alta en Canarias?
Va a ser una temporada muy buena, confirmada en los microdestinos de Tenerife, aunque el comportamiento en el resto de islas es muy similar. Estamos contentos desde el punto de vista comercial, pero recordando que en el otro lado de la balanza están los gastos.
La parte de ingresos va bien, comportándose de una forma adecuada y recuperando la demanda, la estancia media y los precios medios, que casi están ya en niveles de 2019, pero en la parte de los gastos vemos que los costes se han disparados por la inflación. La pena es que estos costes suben muy rápido, pero cuando en los mercados se baja, los descensos nos llegan más lentamente.
