Gabriel Subías se muestra optimista ante el nuevo año.
El CEO de World2Meet, Gabriel Subías, hace un balance positivo de 2022 después de alcanzar una facturación de 1.400 millones de euros. Además, recalca que ningún proyecto que han lanzado se ha quedado atascado.
¿Qué balance hacen del año 2022?
El balance sería positivo en términos de negocio aunque a nivel de cuenta de resultados se ha visto afectado por el incremento del coste del combustible. Hemos conseguido los objetivos que nos propusimos. La situación actual es bastante buena, acabamos el año facturando 1.400 millones de euros, lo que supone 100 más de lo que teníamos presupuestado y lejos de los 800 de 2019. Hemos crecido mucho ya que hemos creado muchas líneas de negocio y todo esto suma.
¿Cómo ha sido la evolución de la compañía a lo largo del año?
En el primer cuatrimestre del año estaba todo bastante parado pero a partir del mes de junio se aceleraron las ventas y registramos incrementos tanto en número de pasajeros como en facturación. En la compañía aérea cerraremos el año con una ocupación cercana al 90%. Todo lo que hemos ido desarrollando ha avanzado positivamente.
¿Cuál de todas las líneas de negocio de W2M ha funcionado mejor?
El banco de camas es el que más asentado está y el que mayor penetración tiene en el mercado. Sobre el año 2019 ha crecido un 19% y esto es muy buena cifra. En la compañía aérea contamos con dos A350 y un A330 y ha funcionado muy bien, tanto en España como en Portugal, con un nivel de servicio muy bueno. Además, vamos a incorporar un nuevo A350 en el mes de mayo.
¿Cómo se enfrentan a 2023?
Con mucho optimismo. Todo apunta a que las ventas de la temporada alta no serán tan buenas como las de este año. Los clientes tendrán incertidumbres ante el incremento del coste de la vida, de los tipos de interés, pero desde mi punto de vista sí que habrá más estabilidad con respecto a 2022. Este 2023 W2M seguirá creciendo y avanzando en sus proyectos. En W2M vemos el año con cierta cautela y hemos tomado decisiones con la máxima responsabilidad. No obstante, soy optimista por naturaleza y siempre pienso que esta compañía tiene un gran porvenir.
¿Cómo será el año en el sector turístico?
Creo que va a haber un frenazo en la demanda pero hay que tener en cuenta que el turismo ha subido muchos peldaños en la escala de valores del consumidor. No espero un año con un boom en los viajes pero será razonable. Por un lado, nos queda por ver cuál será el tamaño del mercado pospandemia.
¿En qué situación se encuentran The Spfere y Dakari?
Están consolidados, con una cifra de negocio que está creciendo mes a mes. En general, todo es nuevo para nosotros. Alcanzar una facturación global de 1.400 millones significa que todo el mundo ha dado un paso al frente. No tenemos ningún proyecto que se haya quedado atascado.
¿En qué estado se encuentra la gestora hotelera?
Empezamos el año con dos hoteles que han cumplido tanto económicamente como con las exigencias de los clientes. Vamos a incorporar dos nuevos hoteles en el Algarve (Portugal). Nuestro objetivo es seguir creciendo pero no de una forma descontrolada.
¿Van a ampliar su producto?
Para nosotros es necesario seguir ampliando el portfolio de producto y los servicios que ofrecemos al cliente.
¿Cuál es la línea de negocio que va a tener más recorrido en 2023?
Para W2M será el viaje de largo radio con Icarion. En 2022 muchos países asiáticos estaban cerrados y ahora se están retomando. Estamos teniendo una demanda para estos destinos que no teníamos el año pasado. Hay bastante interés por viajar a Asia. Lo que va a ser complicado este año va a ser ver cómo se comporta la demanda.
¿Cómo se sitúa actualmente la red minorista de W2M tras la adquisición de Viajes Eroski?
La adquisición se formalizará el 1 de febrero. Con la incorporación de Viajes Eroski tendremos 140 puntos de venta propios y la idea es llegar a los 180. Siempre estamos atentos a las oportunidades que nos ofrezca el mercado, pero no parece que vaya a haber grandes adquisiciones.
¿Qué retos tiene el sector turístico?
Uno de ellos será la sostenibilidad, no solo medioambiental, también económica y social. El reto es ver cómo estructuramos esto para que las generaciones futuras tengan el camino hecho para que podamos conciliar el turismo con nuestra vida social y el impacto medioambiental con la vida económica y terminar con la turismofobia. Otro reto será la adaptación a un nuevo entorno pospandemia y a los nuevos hábitos del consumidor. La pandemia ha sido un momento para que las empresas reflexionemos, nos reubiquemos y nos adaptemos mejor al entorno que tenemos.
