La ciudad de Barcelona es el quinto destino urbano de Europa con el impuesto turístico más caro, con un importe de 6,27 euros, según un informe de este miércoles del Gremi d’Hotels de Barcelona.
El gremio ha analizado el impuesto cobrado en hoteles de cuatro estrellas en 30 ciudades europeas y Barcelona está por detrás de París (Francia), Roma, Florencia (ambas en Italia) y Ámsterdam (Holanda).
Las tres ciudades que lideran el ranking cobran entre siete y ocho euros, y a Barcelona le siguen Berlín, Hamburgo (Alemania), y Viena (Austria), que cuentan con un porcentaje en función de la habitación.
La entidad ha alertado de que una subida de las tasas en Barcelona y el conjunto de Cataluña pude “destruir la competitividad de un tejido empresarial clave para el desarrollo económico y social”.
Asimismo, ha pedido respeto institucional y más diálogo, y ha criticado que se “menosprecia gravemente” su contribución a la ciudad.