El sector de las agencias de viajes espera que se produzca una nueva prórroga del aplazamiento de la aplicación del registro de viajeros que deben realizar las minoristas ante el Ministerio del Interior para, en última instancia, conseguir su derogación o, al menos, que el sector esté completamente excluido.
Así se ha confirmado durante una de las mesas redondas organizadas en el marco del I Encuentro Nacional de Agencias de Viajes, organizado por CEAV, y en el que Ana Barluenga, directora del Área Jurídica de CEAV, hizo un análisis de la situación.
Según detalló, no han vuelto a tener noticias desde la Propuesta No de Ley aporbada en el Congreso de los Diputados el pasado mes de octubre, por lo que la entrada en vigor se mantiene como el 2 de diciembre, y desde ese momento deberán rellenar el formulario. Además, y pese a tener el compromiso del Ministerio, no se les ha trasladado formalmente la reducción de datos necesarios para su cumplimentación.
Ante esto, CEAV está movilizándose a nivel europeo para que, desde Brsuelas, pueda frenarse dicha implantación ante lo que entienden que es un problema serio para las minoristas.
Tomás Komuda, presidente de Asaval, ve que lo que pide Interior “es ridículo”. “El que lo ha redactado (el Real Decreto) no tiene ni idea de cómo funciona el mercado o de lo que trata una agencia de viajes”, enunció. “Debemos llegar hasta la derogación total, y cuanto más ruido podamos hacer a nivel local y regional, mejor”, recalcó.
Jerónimo Fernández, presidente de Feclav, expuso que, en estos momentos, deben “formar a los agentes de viajes” por si entra finalmente en vigor para que puedan gestionar adecuadamente dichos datos, pero que hay muchas dudas sobre las consecuencias que puede acarrear, como saber “qué sucede si no rellenamos bien el formulario”. “Debemos preocuparnos de asesorar bien al cliente, no a hacer este tipo de cosas”, denuncia.
Juan A. Rivadulla, presidente de Agavi, expuso que ve la situación tan encallada que cree que “lamentablemente, nos veremos en los tribunales” para encontrar una salida a la situación, y recordó que “la plataforma no funciona bien”. “Debemos seguir oponiéndonos e insistiendo en lo mismo”, y expuso que cree que si se pone de manifiesto el mal funcionamiento del sistema de recogida de datos es factible conseguir la ansiada prórroga.
Entre los problemas que están viendo las agencias, la caída de la productividad es uno de los más relevantes. “Un asociado de Almería me ha dicho que un emisor de Alemania le ha transmitido su disconformidad con los datos que debe entregarnos y, que si se ven obligados a darlos, se buscarán la vida por otro lado”, expuso Komuda.
Además, Fernández recordó que la situación puede provocar “desconfianza en los clientes” ante la masiva petición de datos personales. “El cliente va a sentir que se le vigila en exceso”, explica.
De hecho, para Rivadulla, esta situación va a llevar a España a una desventaja competitiva. “No podemos poner trabas a nuestra actividad, y también tenemos que tener cuidado para que el Ministerio no nos expulse de la negociación”, avisó.
El intrusismo en el sector
Otro de los problemas que se analizó fue el impacto que tiene el intrusismo en el gremio de las agencias de viajes. Barluenga expuso que, para poder detectar a un intruso en el sector, lo que hay que hacer es verificar si dispone de número de registro y comprobar si tiene garantía de insolvencia de viajes combinados. En caso de confirmar que carece de alguno de ellos, recomienda denunciar ante las autoridades el hecho o, en su caso, transmitirlo a CEAV, junto a las pruebas competentes, para que interponga la denuncia de manera anónima.
En Asaval ven este problema como uno de los principales que afectan al sector, viendo casos “a diario”. “El principal escollo es transmitir a los clientes el concepto de viaje combinado, sus derechos y las obligaciones de las agencias. Pero el problema es que estos organizadores saben que es complicado pillarles”, explica. Además, Komuda añade que la problemática se acrecienta en caso de los pueblos pequeños, donde “todo el mundo se conoce” y puede generar conflictos a largo plazo en caso de denunciar.
Feclav, por su parte, considera que es necesario “poner en valor al agente de viajes” por su “solvencia, solidez financiera”, y es algo que necesitan “que sepa el cliente”. “Nos jugamos mucho con el intrusismo, porque el cliente no sabe si el viaje lo organiza un instagramer o una agencia, y al final las minoristas pagamos las consecuencias”.
Agavi, por su parte, confirma que han “perdido el miedo” a denunciar en entornos alejados de las grandes urbes. “El que debe tener miedo es el que comete una ilegalidad”, exponen. Pero Rivadulla pone el acento sobre otra problemática: “La inspección está totalmente desbordada con estas cuestiones. La solución más rápida es que nos apoyaran económicamente y lo pudiéramos investigar con detectives privados”, explica.
De hecho, dicha situación se replica en toda España, como recuerda Komuda. “Ese es el problema. Denuncias, y cuando atienden la cuestión el viaje ya se ha producido”, explica. Y señala la necesidad de realizar una “campaña de información” al consumidor para que conozca la situación.