La Semana Santa, considera por muchos como el primer termómetro turístico del año, ha tenido un comportamiento desigual en los destinos españoles. En Andalucía la ocupación media ha caído entre un 7% y 8%, en Galicia ha tenido un comportamiento irregular mientras que Catalaña ha cumplido las expectativa que se había marcado.
Para el presidente de la Comisión de Turismo de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Miguel Sánchez, la caída de la ocupación se ha producido principalmente por la crisis económica actual y también por los anuncios de una meteorología adversa que en muchos puntos de la región “no ha sido tan mala finalmente”.
Sánchez indicó, que se ha producido un “levísimo” incremento del mercado nacional, que continúa estancado, y el internacional se ha mantenido ya que éste repuntará a partir de mediados de abril en adelante.
La Costa del Sol ha sido una de las más afectadas por la caída de la ocupación, “porque es también donde más gente va”, ha precisado el empresario, quien ha destacado que el mejor comportamiento se ha producido en las ciudades, fundamentalmente en Sevilla, Málaga, Granada y Córdoba.
Lo que sí han percibido los hoteleros, según el representante de la CEA, ha sido que ha habido “muchísima gente” en Andalucía, una tierra “muy grande, con muchos segmentos diferentes y la gente se reparte”. “En el litoral dependíamos del tiempo y no ha acompañado por lo que no se han cumplido las expectativas”, ha puntualizado.
Por su parte, el presidente de la Federación Andaluza de Hostelería, José Manuel Ledesma, aseguró que la media ponderada de ocupación hotelera en el conjunto de Andalucía a lo largo de esta Semana Santa se situó, del Jueves Santo al Domingo de Resurrección, los de más afluencia de turistas, “por debajo del 70%”.
Este porcentaje es inferior al registrado el pasado año, un descenso que ha achacado fundamentalmente a las malas condiciones meteorológicas que han marcado estas jornadas festivas en las provincias andaluzas.
Cataluña: ocupación superior al 80%
El sector turístico catalán ha tenido una ocupación positiva esta Semana Santa y ha cumplido las expectativas previstas pese al mal tiempo y la crisis, con porcentajes medios de entre el 80 y el 90%.
El mal tiempo ha propiciado cancelaciones y ha hecho que los turistas, la mayor parte de los cuales son familias, hayan preferido destinos de montaña, mientras que el fin de las lluvias también ha favorecido reservas de última hora.
El sector de las casas rurales ha sido una de las alternativas favoritas para muchos turistas y ha registrado una ocupación de entre el 75% y el 90% –con los peores registros en Girona– aunque las estancias han sido más cortas que otros años.
Los hoteles catalanes han tenido una media de entre el 70% y el 80% de ocupación, aunque esta cifra ha ascendido al 90% en el caso de los situados en las pistas de esquí de Girona y Lleida.
Por lo que respecta a la costa, los datos han sido más discretos y en la Costa Daurada se ha producido un descenso de la ocupación de entre 7 y 10 puntos respecto al año pasado, con cifras situadas entre el 69 y 72%, según datos de la Asociación de Hoteles Salou-Cambrils-La Pineda, similares a los de la Costa Brava, de entre el 70 y el 75%.
Uno de los sectores más perjudicados ha sido el de los campings, que han registrado una ocupación inferior a la esperada debido a la climatología, y en el caso de Lleida se han quedado en el 60%, frente al 90% esperado, según la asociación de campings de la zona.
Ocupación desigual en la provincia de Teruel
El periodo vacacional de Semana Santa ha dejado resultados desiguales, en lo que al turismo se refiere, en la provincia de Teruel. Así, mientras que en la zona de la Ruta del Tambor y del Bombo se ha colgado prácticamente el cartel de completo, en Teruel capital no se han llenado todos los hoteles.
En las comarcas de Albarracín y Gúdar-Javalambre la ocupación ha sido de un 85% y un 70%, respectivamente, en el Jiloca apenas ha llegado a un 50%. Los hosteleros también han apuntado que el consumo ha sido más bajos que en otras ocasiones.
En declaraciones, el presidente de la Asociación de Empresarios Turísticos de Teruel, Fernando Canovas, ha indicado que “a pesar del mal tiempo que ha hecho”, se han cumplido buena parte de las expectativas de los hosteleros, sobre todo en las zonas más turísticas en estas fechas, como las localidades de la Ruta del Tambor y del Bombo o la capital turolense.
En este sentido, Cánovas ha dicho que “en la capital nos hemos quedado alrededor del 95%, mientras que en la Ruta del Tambor y del Bombo sí que se ha llegado al 100%”. En el resto de las zonas, los resultados han sido desiguales: “Gúdar- Javalambre se ha quedado en 70%, quizá un poco baja; Albarracín un 85%; Maestrazgo un 80%; y en Jiloca y Cuencas Mineras, un 50%”.
Irregular comportamiento en Galicia
Los datos de ocupación hotelera durante la Semana Santa en Galicia fueron irregulares según la zona, aunque en todos los casos se quedaron próximos o por debajo de las expectativas de los hosteleros, rozando un 60% de ocupación en zonas como las Rías Baixas y sin llegar al 50% en áreas como A Mariña lucense.
Las cifras más positivos han llegado desde la provincia de Pontevedra donde, aunque la ocupación fue significativamente inferior a la Semana Santa del pasado año, las cifras fueron mejores que las esperadas.
Según los datos del Observatorio Turístico Rías Baixas, la ocupación real de la provincia durante la Semana Santa fue del 54,99% , inferior al 66,71% del pasado año pero mejor que el 41,74% provisional que manejaban los hoteles de la provincia.
En las ciudades la situación fue similar a la de otras zonas. Por ejemplo, la Asociación de Hostelería de A Coruña tampoco superó las expectativas, y apunta a que la ocupación en la ciudad herculina no superó el 65 por ciento. En Santiago, a pesar de que numerosos visitantes llegaron a la ciudad animados por el tiempo inestable, la ocupación se mantuvo también en cifras que rondan el 60 por ciento a falta de cifras oficiales de la asociación de hosteleros compostelanos.
A pesar de que los datos rondaron el ya esperado 60%, los hosteleros gallegos consideran que los datos de esta Semana Santa no son positivos dado que los precios han bajado, lo que está repercutiendo en la rentabilidad de las plazas.