La compañía brasileña Gol Linhas Aéreas Inteligentes SA ha anunciado este martes que suspende sus operaciones hacia la capital de Venezuela, Caracas, hasta que pueda resolver una disputa sobre la transferencia de dinero desde y hacia Brasil.
Gol tiene fondos que no puede repatriar desde Venezuela debido a los estrictos controles de divisas del Gobierno venezolano, un sistema que llevó a otras aerolíneas a asumir amortizaciones sobre las operaciones en el país caribeño o a suspender las ventas de billetes y servicios hacia la nación.
Las aerolíneas tienen 3.900 millones de dólares (3,5 millones de euros) en recursos atrapados en Venezuela, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés). El Gobierno exige que todos los boletos se vendan en la moneda local, pero dificulta que las empresas del sector cambien sus ingresos locales a dólares.
El bolívar venezolano se ha depreciado, lo que ha reducido el valor en dólares de las ventas locales de boletos.
“Gol suspende temporalmente sus operaciones en Caracas, Venezuela, hasta que el tema de la repatriación de los recursos de la compañía en el país se resuelva”, sostiene la empresa en un comunicado. “Los clientes afectados recibirán reservas en otras aerolíneas y contarán con toda la asistencia necesaria”, agrega.
Un total de 90 millones atrapados en Venezuela
Gol no ha realizado una estimación sobre cuánto tiempo durarán las negociaciones con el Gobierno, ni cuánto se prolongará la suspensión de operaciones.
La aerolínea tiene unos 351 millones de reales brasileños (90 millones de dólares) atrapados en Venezuela, según el semanario brasileño Exame. La empresa ha sufrido cuatro años de profundas pérdidas que se han visto exacerbadas por una menor demanda y la apreciación del dólar, que ha aumentado el coste en reales del combustible, la deuda y el pago de créditos denominados en dólares.
Venezuela actualmente tiene tres tasas de cambio: una de 6,3 bolívares por dólar para bienes preferenciales como alimentos y medicinas, otra de 12 y una de 200 bolívares por dólar para productos menos importantes.
En el mercado negro, el dólar estadounidense alcanzó los 1.016 bolívares, una depreciación de un 81% respecto al año previo, cuando se vendía a 187 bolívares.