El consejero delegado de airberlin, Thomas Winkelmann, ha justificado en los constantes retrasos en la apertura del nuevo aeropuerto de la capital alemana, que debía abrir en 2011, en sustitución del aeropuerto de origen de Tegel y Schoenefeld, de “algunos de los problemas financieros” de la aerolínea declarada insolvente.
“Tenemos Berlín en nuestro nombre, somos el primer operador aquí y hemos diseñado todo nuestro concepto basado en el tráfico de transferencia en este nuevo aeropuerto. Eso no es posible en Tegel, mis predecesores tuvieron esa dolorosa experiencia”, dijo en comentarios al semanario alemán ‘Die Zeit’.
Las fechas de apertura del nuevo aeropuerto de Berlín se han ido retrasando, ya que el proyecto se ha enfrentado a problemas administrativos y burocráticos con los sistemas de ventilación de humo, cableado y puertas durante las obras.
El directivo celebró la rapidez con la que el Gobierno alemán ha trabajado para aprobar el préstamo de 150 millones, ya que permitirá asegurar la continuidad de las operaciones de airberlin evitando así “un desastre nacional”, afirmó al diario alemán ‘Bild’.
Denuncia de Ryanair
La Comisión Europea ha confirmado la recepción de una denuncia por parte de Ryanair con respecto a las ayudas de Alemania a airberlin tras declararse insolvente y ha asegurado que la tendrá en cuenta en el proceso para evaluar la conformidad de este apoyo público con las normas europeas sobre ayudas de Estado.
“Específicamente sobre la cuestión de Ryanair, la Comisión ha recibido observaciones sobre el asunto de airberlin. La Comisión analiza todas las observaciones que recibe en línea con unas reglas y procedimientos estandarizados, por lo que las estudiaremos y las tendremos en cuenta cuando analicemos la cuestión”, ha expresado en una rueda de prensa el portavoz de Competencia del Ejecutivo comunitario Ricardo Cardoso.
“Cualquier observación que recibimos es algo que estudiamos en el amplio contexto de nuestro análisis de la transacción”, ha añadido.
Bruselas ha recordado además que dispone de un plazo de hasta dos meses para determinar si las ayudas concedidas por Berlín a la aerolínea de bajo coste están en línea con la legislación europea en materia de ayudas de Estado.