La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha revisado en casi un 12% a la baja las previsiones de beneficio neto de las aerolíneas a nivel mundial para el ejercicio 2018, hasta 33.800 millones de dólares (29.000 millones de euros), debido al encarecimiento del petróleo y los costes laborales, así como el repunte de las tasas de interés.
En diciembre, la patronal que aglutina al 83% del tráfico aéreo mundial estimaba un beneficio neto de 38.400 millones de dólares (32.900 millones de euros) para la industria aérea, después de que las aerolíneas cerraran 2017 con un beneficio de 38.000 millones de dólares (32.550 millones de euros), cifra que había sido revisada al alza desde los 34.500 millones estimados inicialmente.
A pesar de revisar a la baja sus estimaciones en el marco de la 74ª asamblea que la organización celebra en Australia y que reúne en Sídney a los principales líderes de la aviación, el consejero delegado de la IATA, Alexandre de Juniac, ha asegurado que se trata de un buen resultado.
La IATA espera que el precio medio del petróleo se sitúe este año en 70 dólares el barril, un 27,5% más que en 2017 (54,9 dólares), frente a los 60 dólares previstos inicialmente.
Se prevé que los precios del combustible para la aviación aumenten un 25,9%, hasta 84 dólares el barril, con lo que supondrá el 24,2% de los costes totales de las aerolíneas, frente al 21,4% en 2017.
Respecto a los ingresos, la asociación estima que se registrará un repunte del 10,7% hasta los 834.000 millones de dólares (713.510 millones de euros).
Se prevé que la demanda aumente un 7% (por debajo del 8,1% registrado en 2017), la capacidad se mantenga en un 6,7% y la ocupación avance 0,2 puntos porcentuales, hasta el 81,7%.
Crecimiento del 6,5% en pasajeros
En 2018, las aerolíneas esperan transportar a 4.360 millones de pasajeros, un 6,5% más que un año antes, y recibir de los fabricantes más de 1.900 aviones nuevos (1.722 en 2017), muchos de los cuales reemplazarán otros más antiguos, ampliando la flota comercial global un 4,2% hasta un total de 29.600 unidades.
Por regiones las aerolíneas norteamericanas lograrán un beneficio de 15.000 millones de dólares (18.400 millones en 2017), el 44% de las ganancias globales (un 60% en 2015).
Por su parte las europeas generarán el segundo mayor beneficio neto con 8.600 millones de dólares, cifra que supone un aumento (8.100 millones en 2017), gracias a que su amplia cobertura de combustible está ayudando a retrasar el impacto del aumento del precio del petróleo.
Se espera que las aerolíneas de Asia y el Pacífico ganen 8.200 millones; las latinoamericanas, 900 millones; las de Oriente Medio, 1.300 millones, y las africanas pierdan 100 millones.
La IATA prevé, asimismo, que la tarifa media, antes de los recargos e impuestos, sea de 380 dólares (325 euros), un 59% inferior a los niveles de 1998, tras ajuste por inflación. Además se pronostica que la cantidad de rutas aéreas aumentará a más de 58.000 en 2018, frente a las 52.000 en 2014.