La AFE y la APCE solicitan que las empresas puedan acogerse a desgravaciones fiscales, ERTE, flexibilidad laboral, subvenciones y líneas de crédito.
La Asociación de Ferias Españolas (AFE) y la Asociación de Palacios de Congresos de España (APCE) han solicitado ayuda al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para paliar los efectos que la crisis del coronavirus está teniendo en su negocio y para retomar “lo antes posible” la actividad ferial en España.
Así lo han trasladado a través de un comunicado en el que muestran la preocupación de un sector que consideran “motor de crecimiento de muchos sectores y de tracción de negocio internacional”.
En concreto, solicitan ayudas para expositores, patrocinadores y visitantes de las ferias, congresos y otros eventos, entre las que se incluyen las líneas de financiación ICO para acometer los gastos de participación en ferias comerciales o la desgravación fiscal en el Impuesto de Sociedades a las empresas que participen en los mismos.
También piden ayudas para los recintos feriales, palacios de congresos y organizadores de eventos externos por el “sobreesfuerzo inversor” que precisarán una vez se supere esta situación, así como ayudas para acciones destinadas a desarrollar una campaña de incentivo a las empresas y profesionales para que vuelvan a invertir en estos eventos
En general, se trata de que las empresas dañadas por las cancelaciones y aplazamientos puedan acogerse a desgravaciones fiscales, ERTE, flexibilidad laboral, subvenciones y líneas de crédito, entre otras.
“Claro efecto dominó”
Ambas asociaciones estiman que se han cancelado o pospuesto en España más de 190 ferias y 270 congresos, así como muchos otros eventos. En Europa, la situación afecta a más de 3.300 ferias canceladas o aplazadas y el daño económico causado, según lo previsto hasta finales de junio, será de 28.800 millones de euros.
El sector explica que este escenario genera un “claro efecto dominó” para muchos otros sectores relacionados, como el alojamiento, restauración, viajes, transportes, montaje de stands, audiovisuales, azafatas e intérpretes, iluminación y sonido, servicios diversos, ocio y otros.
“Las entidades que participan en la organización de ferias o congresos y las firmas expositoras, patrocinadoras y los proveedores están sufriendo un grave perjuicio. Por otra parte, la falta de actividad de las empresas frenará su capacidad de inversión”, concluyen.
