El Ministerio de Transportes ya diseña el plan de desescalada de las materias de su competencia, que pasa por preparar los transportes urbanos y metropolitanos para el aumento de la movilidad, por articular ayudas y medidas de apoyo al transporte interurbano y aéreo, y por erigir al sector de la construcción en “palanca de la reactivación de la economía”.
Así lo avanzó el titular del departamento, José Luis Ábalos, respecto a los “tres grandes ejes” en los que, según indicó, gira el “escenario de futuro” en el que trabaja su Ministerio.
En cuanto al transporte interurbano y aéreo, el ministro apuntó a la articulación de ayudas para su recuperación, mediante iniciativas dirigidas a garantizar su liquidez, al reconocer que se trata uno de los sectores de los “más impactados” por la crisis y uno de los que más tarde se recuperarán.
Tanto el transporte en avión, como el ferroviario y el de autobús vienen registrando descensos de viajeros de hasta el 98% como consecuencia de las restricciones a la movilidad impuestas en el decreto del estado de alarma para contener la pandemia.
En este sentido, Ábalos indicó que cuenta con el acuerdo de sus homólogos de Francia, Alemania e Italia para reclamar también “apoyo y movilizar inversiones” para el sector en el marco de la UE.
Aumento de oferta
En paralelo, el ministro apuntó que ha constituido distintos grupos de trabajo con comunidades autónomas, consorcios de transportes y expertos para preparar el transporte urbano y metropolitano para el “retorno a la nueva normalidad”.
“Este transporte va a tener un importante papel y va a ser sometido a un importante nivel de estrés”, aseguró Ábalos, dado que la progresiva vuelta a la normalidad supondrá un aumento de la movilidad que, a su vez, constituye “uno de los principales factores clave para contener la propagación del virus”.
Así, para preparar estos transportes, el Ministerio contempla, por una parte, aumentar su oferta y además reforzarla con modos de transporte alternativos y, por otra, gestionar la demanda para que “con un nivel de actividad similar al de antes de la crisis, haya demanda de transporte y menos movilidad”.
Para ello, se analizan posibilidades como la de escalar los horarios de entrada y salida a los puestos de trabajo, seguir fomentando el teletrabajo o promover el uso del vehículo privado.
Además, se atenderá a garantizar la seguridad en el transporte público con labores de desinfección y recomendaciones para los usuarios.
La construcción, clave de la recuperación
El tercer gran bloque del plan de desescalada del Ministerio de Ábalos pasa por contar con la construcción, tanto la de infraestructuras como la de viviendas, para que sirva de “palanca para la reactivación económica”.
“El sector puede tener un importante efecto tractor para la recuperación”, aseguró el ministro, quien avanzó que su departamento ya trabaja en “planes para la reconstrucción en colaboración con la iniciativa privada”.
De esta forma, se dará la paradoja de que la construcción, uno de los sectores origen de la anterior crisis, se convierta ahora en una de las palancas para salir de la actual.