Las compañías de cruceros Carnival Corporation y Royal Caribbean Group han anunciado la suspensión de sus cruceros hasta el próximo 30 de septiembre y hasta el 15 de septiembre, respectivamente debido a la pandemia del coronavirus. La Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) aconseja no ir más allá del 15 de septiembre como fecha límite.
En el caso de Royal Caribbean Group, aquellos cruceros que naveguen desde China quedan suspendidos hasta finales de julio, y aquellos que naveguen a Bermuda, suspendidos hasta el 31 de octubre de 2020.
Carnival anunció el pasado 13 de marzo que realizaba una pausa voluntaria en sus operaciones, inicialmente prevista por un periodo de 30 días. Posteriormente, el desafío mundial que ha provocado la epidemia del coronavirus ha provocado que la naviera haya tenido que prorrogar la pausa hasta en tres ocasiones.
Al igual que con los anuncios de suspensión anteriores, Carnival ofrece a los pasajeros la posibilidad de posponer su reserva para más adelante a través de un crédito futuro de crucero. Si lo desean los pasajeros también podrán recibir un reembolso completo de su viaje.
Royal Caribbean Group pide disculpas a los huéspedes y socios de viajes por “los inconvenientes causados” y asegura que están trabajando para gestionar esta interrupción de sus vacaciones.
Caída de los ingresos en el segundo trimestre
Actualmente Carnival está completando el plan de repatriación de casi 29.000 miembros de la tripulación a más de 100 naciones que operan en su flota de 27 barcos.
Estas decisiones se toman después de que la naviera informara la semana pasada que los ingresos del segundo trimestre, en el que en su mayor parte no ha habido actividad, hayan caído hasta los 700 millones de dólares (620 millones de euros) frente a los 4.800 millones de dólares (4.252 millones de euros) registrados en igual periodo del año anterior.
El parón de la actividad por el coronavirus ha provocado a la compañía de cruceros una pérdida ajustada de 2.400 millones de dólares (2.140 millones de euros) en el segundo trimestre del año.
Impacto en el negocio
Por todo ello la naviera asegura que actualmente no puede realizar un pronóstico económico para este año pero estima que el impacto será “muy importante en todo los aspectos del negocio de la compañía”.
Además, con el objetivo de optimizar su capacidad, la compañía anunció que tenía la intención de optimización de capacidad. Para ello se procederá a la aceleración en la “eliminación de buques” que tenían prevista para más adelante, por lo que se desprenderán de seis barcos en los próximos 90 días.
También se va a retrasar la entrega de cuatro nuevos barcos prevista para el periodo mayo-octubre de 2020 por el impacto de la COVID-19 en el trabajo de los astilleros.