La aerolínea Norwegian Air ha anunciado este lunes la rescisión de los acuerdos de compra de 97 aviones de la familia Boeing, las cinco unidades restantes del Boeing 787 Dreamliner y las 92 unidades restantes del Boeing 737 MAX que quedaban por ser entregadas, así como de los acuerdos de mantenimiento GoldCare para ambos modelos.
Además, Norwegian ha presentado una demanda con la intención de obtener la devolución de los pagos previos a la entrega (pre-delivery payments o PDP) relacionados con dichas aeronaves y también para reclamar una compensación por las pérdidas generadas a la compañía a causa del parón del modelo 737 MAX y los problemas en los motores del 787.
En un hecho relevante enviado a la Bolsa de Valores de Oslo, la compañía aérea ha explicado que ha entablado un diálogo comercial con el fabricante estadounidense Boeing con el fin de resolver sus problemas con los modelos 787 y 737 MAX y obtener una compensación por sus pérdidas pero hasta la fecha “no ha llevado a un acuerdo con una compensación razonable para la compañía”.
La puesta en tierra del modelo 737 MAX de Boeing en marzo de 2019 tras el accidente del aparato operado por la compañía Ethiopian Airlines en el Aeropuerto Internacional de Bole en Addis Abeba y los problemas en el modelo 787 con motor Rolls-Royce Trent 1000 de Norwegian han afectado a los resultados de la aerolínea escandinava.