La crisis del sector hotelero derivada de la pandemia del coronavirus podría suponer un margen de oportunidades y mejoras que deberían servir para cambiar la hotelería actual apostando por nuevos criterios de sostenibilidad, según el informe ‘Destinos urbanos en España 2019’, elaborado por Christie & Co, en el que analiza el comportamiento turístico de 15 ciudades españolas el pasado año.
Los expertos consideran que uno de los aspectos que más se desarrollará en un futuro cercano será la aplicación de nuevos recursos tecnológicos en los establecimientos como, por ejemplo, la disminución del uso del dinero en efectivo como forma de pago o el uso de aplicaciones de móvil que faciliten determinados servicios (como por ejemplo la apertura de habitaciones).
La formación de los empleados también tendrá un papel decisivo en la operativa de los establecimientos. “Si se quieren llevar a cabo todas la medidas para reducir los riesgos de infección, será necesaria la formación específica para los empleados”, señala el informe.
Por otro lado, se prevé un aumento del número de empleados de limpieza, lo que conllevará un cambio en la estructura de costes de un hotel, con especial protagonismo de los departamentos de limpieza y mantenimiento, así como un cambio de horarios y turnos, con tal de evitar aglomeraciones de empleados en zonas comunes.
Finalmente, el informe también estima que se produzca una reducción en los servicios de los que dispondrán los hoteles, apostando más por la calidad que por la cantidad. Además, los operadores tendrán que mantener su foco de atención en la seguridad de clientes y personal, tanto dentro como fuera del hotel.
Recuperación de la demanda en 2020
Las medidas de confinamiento adoptadas por el estado de alarma decretado en España a mediados de marzo de 2020, que también decretaron el cierre de los establecimientos hoteleros y la paralización inmediata del sector de viajes han provocado la mayor caída de la demanda hotelera en territorio español de la historia, afectando al periodo de temporada media vacacional y alta para destinos urbanos.
Por todo ello los expertos consideran que la recuperación de la demanda hotelera en España para el resto de 2020 dependerá de las políticas gubernamentales relacionadas con la movilidad que se tomen en España, así como de las medidas que se adopten en los principales países emisores (Reino Unido, Alemania y Francia).
Asimismo, las ayudas al sector aéreo y las condiciones de capacidad e higiene que se impongan a las aerolíneas a nivel europeo tendrán un papel crucial para la accesibilidad y conectividad de los destinos españoles
Demanda de ocio nacional
El fin de las restricciones a la movilidad hará que la demanda doméstica sea la primera en recuperarse, especialmente en destinos vacacionales peninsulares, familiares y cercanos, accesibles por carretera, lo que ofrece mayor libertad y flexibilidad, sin depender del transporte colectivo aéreo, marítimo o ferroviario que implican aglomeraciones.
El informe asegura que los destinos urbanos de interior y de naturaleza se verán favorecidos por su aislamiento y por la sensación de seguridad. Por otro lado los destinos insulares como islas Baleares o islas Canarias, con un alto porcentaje de demanda internacional deberán intentar atraer demanda doméstica. Baleares cuenta con cierta ventaja al estar conectadas con la península también por vía marítima.
Por el contrario, los viajes internacionales del mercado español se verán muy reducidos este año, tanto por razones económicas y de seguridad, como por el deseo de fomentar el consumo en el país.
Incertidumbre en la demanda internacional
Las mayores incertidumbres se relacionan con la recuperación de la demanda internacional, crucial para el sector hotelero español. Las previsiones son que la llegada de turistas extranjeros se verá retrasada en mayor o menor medida en función de la creación de corredores seguros, que ofrezcan las suficientes garantías sanitarias en cada destino.
Además, la situación económica de las líneas aéreas y de los principales turoperadores internacionales también determinarán la duración del proceso de recuperación de dichos mercados
El segmento MICE de eventos y congresos será uno de los segmentos más impactados por esta crisis. En España, una parte de los eventos de menor tamaño suspendidos durante el primer semestre del año se están reprogramando para el último trimestre del año. Algunos grandes eventos ya no se realizarán hasta el año que viene o el 2022.
Su carácter internacional y su dependencia de la bonanza económica hacen pensar que una recuperación total no llegará hasta bien entrado 2021 o 2022 más probablemente. Ciudades con importante demanda MICE, como. Ciudades como Madrid y Barcelona, se verán impactadas por la baja demanda de este segmento.