España ha sido tradicionalmente el principal destino de vacaciones relacionadas con el sol y playa para los británicos, y el Reino Unido se sitúa como líder indiscutible en llegadas a nuestro país, tanto en invierno, como en verano. No cabe duda, por tanto, de que se trata de un mercado fundamental para la recuperación del sector turístico español.
Según los datos de la ONS (Office for National Statistics), España se sitúa como primer destino de los británicos cuando viajan al extranjero. En 2018, la cuota de mercado de España en el turismo emisor de este país fue del 21,8%. Le siguieron Francia (11,9%), Italia (6%), Estados Unidos (4,8%) e Irlanda (4,5%).
En 2019, nos visitaron 18,1 millones de turistas británicos, lo que representa el 21,6% del total de turistas recibidos, siendo Reino Unido nuestro principal mercado emisor, posición que también ocupa en el ranking de gasto total (17.986 millones de euros) y de pernoctaciones hoteleras (56,5 millones).
El año se cerró con un leve descenso en el flujo de turistas (-2,4%), en cambio el gasto total (+0,2%) y las pernoctaciones hoteleras se mostraron relativamente estables (+0,3%). También crecieron los gastos medios por persona y día, que ascendieron a 995 y 135 euros respectivamente, mientras que la estancia media, que se situó en 7,4 noches, retrocedió ligeramente (INE).
Evolución del gasto de los turistas británicos.
El turista británico que visitó España viajó principalmente por ocio (93% del total) y pernoctó mayoritariamente en hoteles (66%). Predominaron los turistas de clase media (62%), con estudios superiores (66%), así como los que viajaron en pareja (38%), seguidos de aquellos que viajaron en familia (33%).
Su edad media se situó en 47 años, por encima de la media de edad del total de turistas (44 años). Las principales actividades que realizaron fueron el disfrute de la playa (72%), compras (55%) y visitas a ciudades (49%), decantándose mayoritariamente por el viaje sin paquete turístico (59%).
Sus destinos favoritos fueron ambos archipiélagos: Canarias (27%) y Baleares (20%). La hegemonía del turismo británico es notoria en Canarias (donde representa un 37% del total de turistas) así como en la costa mediterránea del sur (Andalucía, Murcia y Comunidad Valenciana), mientras que en Baleares son los segundos turistas más numerosos, solo por detrás del turismo alemán (estimación Turespaña).
Las vacaciones, una necesidad y no un lujo
Los británicos no perciben las vacaciones como un lujo sino como una necesidad, por lo que viajan independientemente de su situación económica, aunque esta condiciona aspectos como el número de viajes al año y su duración. El principal motivo por el que los británicos viajan es el sol y playa, y España es percibida como un destino ‘beach plus’ donde el sol y playa es el elemento base que se complementa con otras actividades o experiencias.
Respecto a los mercados competidores, se observa una muy importante recuperación de las reservas hacia Grecia, Turquía, Egipto y Túnez, y respecto a la capacidad aérea, cabe destacar los efectos de la quiebra de la compañía Thomas Cook en septiembre de 2019 y los ajustes de capacidad llevados a cabo recientemente por Ryanair y Norwegian.
Todo ello supuso un repentino e importante descenso en el número de asientos previstos para vuelos hacia España. Parte de la capacidad dejada libre por estás compañías ha sido asumida por otras líneas aéreas, pero sin llegar a recuperar la totalidad de los asientos perdidos, sobretodo, para la de verano 2020, para la que se estimaba inicialmente un descenso de capacidad entre un 4 y un 5% en comparación con la temporada de verano 2019.
Las consecuencias de la crisis provocada por la COVID-19 comenzaron a manifestarse en el mes de marzo, traduciéndose en importantes caídas en el flujo de turistas (-64,2%), en el gasto (-63,3%) y en las pernoctaciones hoteleras (-57,3%), que también han afectado al resultado del primer trimestre de 2020, que ha mostrado unos retrocesos del -27,8%, -26,5% y -21,7% respectivamente (INE).