José Antonio Vidal señaló el valor del enoturismo como segmento aglutinador de oferta proveniente de otros sectores.
A raíz de la pandemia, muchos segmentos turísticos han salido reforzados, y sus impulsos se convierten en herramientas de desestacionalización, ofreciendo una nueva propuesta de calidad y sobre el pilar de la sostenibilidad.
En torno a esta idea ha versado una de las mesas redondas del VI Congreso Internacional de Calidad y Sostenibilidad Turísticas del ICTE, que se celebra estos días en la ciudad de Cartagena (Murcia). Concretamente, el turismo rural, el ganadero, el enoturístico, el segmento de balnearios y el de los mercados de abastos compartieron las nuevas propuestas de valor para el sector turístico.
Miguel Ángel Fernández Torán, miembro de la Junta Directiva de Balnearios de España (Anbal), confirmó que durante la pandemia han abierto “un proceso de reflexión” para analizar cómo enfrentarse a esta crisis. Y llegaron a la conclusión de que tenían todo lo necesario para poder triunfar.
“Hasta este momento, había un producto característico, dedicado a personas mayores que hacían programas terapéuticos, relacionados con dolores en el aparato locomotor en muchas ocasiones. Y luego había otros que venían a vivir experiencias de bienestar, de forma muy endogámica”, pero con la llegada de la COVID-19, encontraron un nuevo segmento: los pacientes con COVID recurrente.
“La aparición de la COVID-19 ha provocado que mucha gente tenga sintomatología permanente, que no es tratada por los sistemas sanitarios. Y nosotros queremos que los pacientes tengan paquetes completos, con los tratamientos y añadidos de oferta de la comarca o región, que también se pueden beneficiar”, apuntó Fernández Torán.
La mesa redonda tuvo lugar en el VI Congreso Internacional de Calidad y Sostenibilidad Turística.
Y es que con estos paquetes pueden, por un lado, favorecer la recuperación de estos pacientes, con tratamientos que abarcan desde los cuatro a los 18 días, y complementarlo con oferta adicional que involucre a los actores locales, especialmente porque necesitan turismo activo en este tipo de segmento.
“Nuestra propuesta es, con médicos expertos, configurar un programa terapéutico para las mañanas y que por las tardes se convine con visitas y actividades por el entorno. Porque estos pacientes necesitan moverse mucho y mucha sociabilidad, y esta es la base del paquete, que estará dedicado a nacionales y extranjeros. En los países limítrofes hay en torno a 6,5 millones de personas con secuelas permanentes, así lo confirman los expertos estadísticos. Esto hace que esta enfermedad, cuando le unes una propuesta terapéutica a la turística, encuentras un nuevo segmento de mercado”, manifestó el miembro de la Junta Directiva de Anbal.
Otro de los segmentos que también está viviendo una revolución de oferta es el del turismo rural. Ante las ganas de viajar por parte de la población, pero evitando en muchas ocasiones las masificaciones, los destinos se han preparado con nuevas propuestas que ofrecer a los visitantes.
Jesús Blanco Oporto, presidente de la Asociación de Turismo Rural de Cantabria (ATRC), recalcó las diferentes iniciativas para generar nuevos productos turísticos, como el Programa Experiencias. Un ejemplo es el que aúnan en el Camino de Santiago del Norte mediante una unión de productos que unen calidad, sostenibilidad y experiencias singulares en torno al hilo conductor del Camino. Todo ello, además, “abordando la digitalización como nexo de unión que une a todos los actores de la iniciativa, ya sean alojamientos como empresas de actividades”, expuso.
Además, en esta propuesta, la sostenibilidad es un pilar imprescindible. “Los alojamientos cumplen con compromisos del ODS para alcanzar estos objetivos. En el propio proyecto se habla de todos los parámetros del ICTE en este sentido, buscando también la sostenibilidad, y que se deben cumplir”, añadió el responsable de ATRC.
De hecho, en el entorno rural también se han vivido grandes revoluciones, como la llegada de egresados de las ciudades. Clara Lascaray, responsable de Vente a Vivir a un Pueblo, asegura que creó este proyecto en el confinamiento, con la puesta en marcha de una web en la que es posible encontrar y filtrar el municipio rural ideal para cada persona dependiendo de sus necesidades y lo que ofrece el pueblo.
Gracias a su iniciativa, más de 1.000 familias han empezado una nueva vida en el entorno rural, con público de todo tipo: “jóvenes que quieren emprender, familias que se llevan su negocio, jubilados que encuentran una alternativa de vida. Hay todo tipo de perfiles”, apuntó Lascaray.
Además, ofrecen a través de un Marketplace en un espacio para que los negocios locales amplíen sus negocios y llegan a todos los públicos, en un proyecto que van a ampliar con una clara orientación turística. “Como hemos visto ya cómo funciona el Marketplace, queremos ofrecer experiencias para jóvenes que quieran emprender, que puedan probar desarrollando proyectos, o también para grandes inversores o empresas que quieran deslocalizarse. Hay fondos para ello, y con esta propuesta hemos llegado al Plan Experiencias del ICTE”, señaló Lascaray.
Otra propuesta de valor añadido, y vinculado al mundo rural, es el de las ganaderías. María Jesús Gualda Bueno, presidenta de la Asociación de Ganaderías de Lidia, considera que la oferta turística que puede ofrecer este segmento es “diversificación, diferente, única y emblemática en España”, ya que se encuentran en “la dehesa, espacios naturales de gran belleza” y donde se puede conocer, de primera mano, desde la cría a los cuidados y procesos del animal.
La Asociación de Ganaderías de Lidia trabaja en la creación de productos turísticos que pongan en valor este producto.
La propuesta de valor que quieren ofrecer al sector es conseguir “una experiencia única, de conocer la crianza del toro y conocer su manejo”, con visitas guiadas, cursos, e incluso estancias en establecimientos localizados dentro incluso de la propia ganadería. “Somos más de 800 ganaderías en España, con un producto primario, que muchas veces necesita pulirse”, matiza, por lo que en estos momentos la propuesta pasa por conseguir elevar este producto hasta la profesionalización y la creación de un paquete perfecto que ofrecer al visitante, donde se incluyan, incluso, “cursos para toreros aficionados, en los que siempre contarán con un monitor a su lado”.
El enoturismo, englobando toda la oferta
El sector que se ha mostrado como englobador de toda la oferta mostrada es el sector enoturístico, como manifestó José Antonio Vidal, presidente de la Asociación Española de Enoturismo (AEE). “El enoturismo es transversal, y afecta a todas las variedades turísticas”, expuso, ya que su oferta “sería muy corta si solo se visitan bodegas”, por lo que es fundamental una oferta complementaria y que conforme un completo en la oferta enoturística.
En estos momentos, la propuesta de valor pasa por la creación de paquetes turísticos completos, donde el sector vinícola se abraza con el resto del sector turístico de la mano del producto “vinturclub, la colección”, que presentaron en Fitur 2020 y en el que siguen trabajando. Además, Vidal resaltó el valor añadido del enoturismo como “el enoturismo es dinamización del ecoturístico”, por lo tanto, ofreciendo también una oferta sostenible y de gran valor para el sector.
Los mercados de abastos, reclamos de visitantes
Guillermo del Campo Fernández-Shaw, gerente de Mercado de la Paz, quiso resaltar el valor adicional que suponen estos establecimientos para el sector turístico, unos mercados que, tradicionalmente, sirvieron de abastos y que ahora buscan ofrecer un valor añadido y diferencial a la propuesta turística.
“Nos hemos reconvertido en una oferta de ocio, incorporando actividades gastronómicas. Nos hemos ido adaptando a las nuevas tendencias de los consumidores. Seguimos conformando el alma de los barrios, y es bueno porque generan dinamización de la actividad comercial y social”, expuso.
De hecho, a través del ICTE han presentado 10 mercados con propuestas diferenciadoras, que buscan generar un nuevo valor añadido, pero diferenciado entre ellos, y que den a conocer “el producto local, con show-coocking, degustaciones, catas guiadas o narradores de experiencias, por ejemplo”, comentó Fernández-Shaw.
