La erupción, en septiembre del año pasado, del volcán de Cumbre Vieja en la isla de La Palma ha reavivado el interés por el patrimonio vulcanológico español, que es mayor de lo que mucha gente cree y no se circunscribe exclusivamente a las islas Canarias, según recoge Europa Press.
“En España hay más de un centenar de volcanes, aunque solo unos pocos se consideran activos porque han presentado algún signo de
actividad durante el Holoceno, en los últimos 10.000 años”, recalca Manuel Regueiro, presidente del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG).
Para aquellos que quieran aprovechar las vacaciones de verano para descubrir dicho patrimonio, el Colegio de Geólogos propone algunos destinos de interés volcánico sin salir de las fronteras de España.
El primero de los destinos propuestos es La Palma, una pequeña isla del archipiélago canario que cuenta con un parque natural, un monumento natural y un parque nacional dedicados a volcanes.
El más reciente es el Parque Natural de Cumbre Vieja y en él se pueden observar desde las coladas volcánicas prehistóricas hasta las más recientes. Se pueden realizar recorridos a pie, acompañados de guías expertos, que concluyen cerca del cono volcánico, aunque con una prudente distancia de seguridad.
Muy cerca de Cumbre Vieja se ubica el Monumento Natural de los Volcanes de Teneguía, epicentro de la última erupción volcánica terrestre en suelo español hasta la de Cumbre Vieja. Se trata de un área volcánica en la que se acumulan coladas, campos de lapilli (pequeños fragmentos de lava arrojados durante la erupción) y conos volcánicos en un entorno desértico en el que apenas crece la vegetación.
Hay varios senderos que permiten visitar los hitos del monumento natural, como el volcán de Teneguía y el de San Antonio. Eso sí, la ausencia de vegetación obliga a llevar protección solar y agua en abundancia, y se recomienda realizar los recorridos a pie en las primeras horas del día.
El tercer punto de interés volcánico de la isla de La Palma es el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, una hendidura de origen volcánico, de ocho kilómetros de diámetro y uno y medio de profundidad, recubierta por densos bosques de pino canario. Este parque nacional se sitúa en el centro de isla y es su atracción turística más visitada.
Se pueden realizar recorridos a pie por el interior del parque y es muy recomendable la visita al Roque de los Muchachos, impresionante mirador situado a 2.426 metros y que cierra la caldera en su lado norte.
El Teide, el parque nacional más visitado de Europa
Sin salir de Canarias, en la isla Tenerife se puede disfrutar del Pico del Teide. Ubicado en el centro de la isla, el Parque Nacional del Teide tiene una elevación media de 2.000 metros y es el más visitado no solo de España, sino de toda Europa.
El conjunto formado por los volcanes Teide y Pico Viejo supera los 3.000 metros de elevación, según constatan los expertos.
Se puede recorrer en coche y también se puede usar el teleférico que lleva a los visitantes a la estación superior, a 3.555 metros sobre el nivel del mar. De ella parte un sendero que conduce a pie hasta el cráter del Teide. También se pueden recorrer distintos senderos con guías turísticos para disfrutar de la naturaleza del parque.
En la más oriental de las islas canarias en Lanzarote se ubica el Parque Nacional de Timanfaya. Un enclave de origen volcánico que registró su última erupción en 1824. Cuenta con más de 25 volcanes, algunos tan emblemáticos como las Montañas del Fuego, Montaña Rajada o la Caldera del Corazoncillo.
Todavía presenta actividad volcánica y en algunos puntos el calor en la superficie alcanza los 100 grados. Se pueden hacer recorridos a pie, en coche y hasta en dromedario para descubrir un paraje caracterizado por la ausencia de vegetación y la rugosidad y variedad de colores del terreno.
El Parque Natural de La Garrotxa en Girona es otra de las zonas volcánicas activas de la península Ibérica, aunque como explica el vulcanólogo Joan Martí, “la probabilidad de erupción es muy baja dado su amplio periodo de recurrencia, que va desde los 5.000 a los 20.000 años”.
Posee alrededor de 40 conos volcánicos, entre los que se encuentra el volcán de Santa Margarida, cuya última erupción tuvo lugar hace 11.000 años, o el Croscat, más joven, de tipo estromboliano y el de mayor tamaño de la península. En medio de la ciudad de Olot se encuentra el volcán de Montsacopa con su cráter de 120 metros de diámetro.
El parque natural dispone de varios itinerarios pedestres que transcurren por los lugares más interesantes como los mencionados Croscat, Santa Margarida y Montsacopa, y otros volcanes como Sant Marc, Puig Roig, Rocanegra y las coladas de lava del Molí Fondo.
Ciudad Real
Otra zona volcánicamente activa, aunque también de muy bajo riesgo en la actualidad, es el Campo de Calatrava. Su área volcánica ocupa una extensión de 5.000 metros cuadrados que abarca localidades tan conocidas como Ciudad Real, Almagro y Daimiel.
Dentro de esta área hay alrededor de 300 manifestaciones volcánicas que van desde el Morrón de Villamayor de Calatrava, de hace 7,5 millones de años, hasta el Columba, situado entre Calzada y Granátula de Calatrava, con unos 5.000 años. Entre Granátula y Valenzuela de Calatrava se encuentra el volcán de Cerro Gordo, el primer volcán museo de la península.
Volcanes submarinos
El territorio peninsular cuenta con varias zonas volcánicas consideradas inactivas. Una de ellas se encuentra en el Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar e incluye un conjunto de volcanes submarinos y en superficie, como el Fraile Grande y el Fraile Chico, así como las calderas del Plomo y de la Majada Redonda.
“El vulcanismo está fechado entre 15 y 16 millones de años, cuando comenzó la actividad magmática en el mar de Alborán”, explica Martí. Estos restos de actividad volcánica se pueden recorrer a pie a través de los diferentes senderos que surcan el Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar.
Por último, frente a Castellón se encuentra la Reserva Marina de las Islas Columbretes, un archipiélago de pequeños islotes de origen volcánico ubicado a 48 kilómetros de la costa. Los islotes más importantes son Illa Grossa, la Ferrera, la Forada y el Carallot.
En el mayor de ellos, Isla Grossa (Isla Grande en valenciano), se caracteriza por su forma semicircular que corresponde a la parte emergida del cráter de un volcán. Las Islas Columbretes se pueden visitar en barco en itinerarios que parten desde Castellón, Oropesa y Valencia, y en sus aguas es posible practicar el buceo.
En conjunto, España cuenta con un patrimonio volcánico que podría tener un origen diferente, según los expertos. “Más asociado a un punto caliente en el caso de los volcanes canarios, mientras que en la península estaría relacionado con periodos de expansión y
contracción de la corteza terrestre que facilitan la fusión del manto superior y el ascenso del magma”, concluye el presidente del ICOG, Manuel Regueiro.