La sostenibilidad se ha convertido en uno de los principales retos que debe abordar el sector turístico, y desde todas sus vertientes: por un lado, está la sostenibilidad ambiental, por otro la económica, y por último la social. Y el sector de los transportes considera que, para que se de la primera, es necesario antes la consecución de la segunda.
Así se desprendió la conclusión de la mesa redonda sobre movilidad y sostenibilidad que se desarrolló este lunes en el marco de la II Convención Turespaña. Durante el encuentro participaron Jesús Nuño de la Rosa, CEO de Air Europa, Maurici Lucena, presidente de Aena, Adolfo Utor, presidente de Baleària, y María José Rallo, secretaria general de Transportes y Movilidad.
Con el objetivo de mostrar los avances realizados ya en materia de sostenibilidad en el transporte, y del camino que queda por recorrer, De la Rosa reconoció que el “cambio climático es un problema global”, pero recordó que la aviación supone tan solo el 2,4% de las emisiones a nivel mundial, mientras que “otras industrias, como la energía, la moda o la construcción son más contaminantes y parece que se nos echa el peso encima”.
Para seguir avanzando en la descarbonización, reconoce que el sector de la aviación depende de otras industrias para poder avanzar, ya que “la aviación tiene unos altos costes de producción” controlados por oligopolios, con los que el margen de negociación es mínimo. “Necesitamos continuamente la ayuda público-privada, donde los destinos también contribuyan” para la descarbonización. “Tenemos un compromiso de cero emisiones en 2050, pero necesitamos la llegada de combustibles ecológicos, como la electricidad o el hidrógeno”, reclamó el CEO de Air Europa. Pero, de momento, las tecnologías no están lo suficientemente maduras, por lo que el SAF se muestra como única alternativa, pero “no hay producción suficiente y los precios son altísimos”, denunció. “Si queremos ser sostenibles en 2050 habrá que hacerlo todos juntos, porque necesitamos ayuda para ello”, reclamó De la Rosa.
“La COVID-19 ha hecho más por el transporte marítimo en España que 25 años de políticas públicas”. Adolfo Utor.
Desde Baleària destacan que su compromiso con la sostenibilidad es “por convicción. Pero también por interés, porque al tiempo que consumimos menos combustible también gastamos menos”. Además, Utor manifestó que la tercera clave para desarrollar la descarbonización es la “coacción” a la que llevan a las compañías tener que adaptarse a las nuevas normativas que llegan. “Las navieras tienen una gran ventaja, ya que construimos nuestras máquinas. De hecho, la pasada semana botamos el primer ferry eléctrico en España y Europa”, apuntó el presidente de la compañía.
Nuño de la Rosa hizo hincapié en la necesaria colaboración público-privada para alcanzar los objetivos de sostenibilidad.
De hecho, el presidente de la naviera reclamó el peso del sector en la movilidad y la economía del país. “Hay 25 millones de pasajeros cada año”, reclamó Adolfo Utur, señalando que la ratio de pasajero por habitante todavía está muy lejos de los registros que se marca en el resto de Europa. No obstante, la pandemia les benefició, ya que, según palabras del presidente de la compañía, “la COVID-19 ha hecho más por el transporte marítimo en España que 25 años de políticas públicas”. Y es que, con la pandemia, muchos viajeros se sintieron más seguros en los buques, algo de lo que se benefició el sector.
“Como representante de la Administración”, la secretaria general de Transportes y Movilidad, destacó que la descarbonización se debe de llevar a cabo sin perder de vista la digitalización, y pensando en ofrecer al visitante una experiencia mejor, “centrada en la necesidad de conectividad, con infraestructuras de calidad y con capacidad suficientes”, pero también donde se prime la intermodalidad para cambiar de transportes de forma sencilla y, a ser posible, con un billete único.
“La industria aérea es necesaria para las economías, pero con tasas adicionales no se podrá soportar”. Nuño de la Rosa.
En esta misma línea, Nuño de la Rosa destacó que para ello es necesario “ir de la mano” entre agentes públicos y sector privado, ya que “en solitario no podremos hacerlo”. Así mismo, recordó que “la Unión Europea debe poner en la balanza lo positivo y lo negativo, y analizarlo”, ya que con las nuevas tasas e impuestos que planean al sector van “a afectar a todo el mundo, creando una Europa más pequeña, y con los países más contaminantes que ganarán más”. “La industria aérea es necesaria para las economías, pero con tasas adicionales no se podrá soportar”, sentenció De la Rosa.