Tras la quiebra de la compañía Room Mate y su rescate por parte del fondo Angelo Gordon y la gestora estadounidense Westmont Hospitality, Kike Sarasola vuelve a la compañía en calidad de presidente ejecutivo de la marca, al igual que el resto del equipo directivo de la hotelera, que mantendrá sus puestos de trabajo tras considerarse en el concurso de acreedores que no eran responsables de la situación económica que casi lleva a cerrar a la cadena.
En la actualidad, la compañía cuenta con 22 hoteles y 11 edificios de apartamentos, y están con interés en seguir ampliando la carretera, tanto a nivel nacional –Valencia, Sevilla o Málaga, entre los objetivos principales–, así como en mercados internacionales, donde las grandes capitales pueden dar paso a otras ciudades en auge.
Con las cuentas saneadas, Sarasola y su equipo han dirigido sus esfuerzos desde la pandemia a reducir los costes y mantener calidad y operatividad en los establecimientos. Y, con el apoyo económico que le brindan el fondo y la gestora estadounidenses, intentará alcanzar su sueño de llegar a las 100 propiedades en gestión.
A nivel general, Sarasola ha resumido 2022 como un buen año, con niveles similares incluso a los de 2019, ya que los hoteles han seguido operando a pesar de la situación concursal de la empresa. Durante este 2023, el objetivo de Room Mate pasa por alcanzar a un público de mayor calidad que esté realizando viajes de largo recorrido.