La Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) ha señalado que el sector está en fase de recuperación de los niveles de comercialización prepandemia, aunque también ha advertido que el sector hotelero de España, en general, y el de la Costa del Sol, en particular, está atravesando un momento “más que delicado” por la suma de varios factores que están repercutiendo de manera directa y negativa en la rentabilidad del mismo.
En este sentido se han pronunciado a través de un comunicado de prensa, en el que aseguran que, según los datos arrojados por el informe anual del Banco del España, el sector hotelero es uno de los que más está sufriendo debido al endeudamiento, la carga financiera por intereses, el incremento del salario mínimo interprofesional, la fulgurante subida de los precios de las materias primas y la consiguiente alta tasa de inflación.
Al respecto, apuntando que de los datos aportados por el Banco de España se deduce que el endeudamiento de las empresas hoteleras ha aumentado, entre 2017 y 2021, un 18,4%, dado que partiendo del endeudamiento de las empresas de un 35,8% en 2017, la situación y la pandemia provocaron que en 2021 esta cifra se aumentara hasta el 42,4%.
“Los datos que barajamos son preocupantes. Nuestro sector está en fase de recuperar los niveles de comercialización previos a la pandemia, pero la rentabilidad de los establecimientos cae y caerá más por cuestiones macro y microeconómicas que hacen que nuestros costes sean inflexibles. Sin duda nos tenemos que preparar porque la dinámica de crecimiento de nuestros precios de venta de las habitaciones no será sostenible a medio y largo plazo”, destaca José Luque, presidente de Aehcos.
En el comunicado destacan que los ERTE fueron de gran ayuda, pero otras de las cargas financieras que han sufrido los establecimientos hoteleros de la Costa del Sol, no sólo es el pago de intereses de alrededor de un 1,8% de los créditos ICO cuando el Euribor estaba en cifras negativas, sino que además, ante la necesidad de solicitar moratorias hipotecarias, el alargamiento temporal de las deudas ha incrementado teniendo que asumir las correspondientes carencias de capital por parte del sector.
En cuanto a la carga financiera por intereses de las empresas hoteleras y hosteleras, destacan que desde 2017 las mismas han más que duplicado (+112%) su carga por las necesidades de acceso a la financiación que provocó la pandemia y la necesidad de sostener los recursos propios mediante la ampliación de los préstamos y los créditos para poder continuar la actividad.
“Si en 2017 los intereses derivados de la financiación suponían un 9,4%, en 2021 esta carga se ha elevado hasta casi alcanzar el 20%”, explica el Comité Ejecutivo de Aehcos.
Asimismo, se extrae que el sector hotelero es, tras las actividades profesionales, científicas y técnicas, la segunda agrupación de actividad con mayores cargas derivadas de la financiación de los 14 sectores que analiza el Banco de España.
De hecho, de estos 14 grupos de actividad, hasta 10 han disminuido su carga financiera por intereses, mientras que de los 4 que han aumentado, el sector hostelero y hotelero es el que más lo ha hecho, alcanzando un aumento de 10,5 puntos porcentuales.
“La explicación se encuentra en que durante la pandemia estos cuatro grupos de actividad han tenido que paralizar su actividad y, en muchos casos, cerrar temporalmente”, añade el Comité de Aehcos.
Otro de los factores analizados es cómo ha afectado el aumento del SMI a un sector que tiene una gran dependencia de proveedores y servicios cuyos salarios dependen de forma directa del SMI y de forma indirecta del aprovisionamiento de empresas cuyos salarios son mínimos.
Así, entre 2018 y 2023 el SMI se ha incrementado en un 46,75%, lo que ha encarecido notablemente todos aquellos productos y servicios derivados de trabajadores que prestan servicios en actividades básicas. “En los últimos cinco años, el SMI se ha incrementado más del doble, con incrementos anuales cercanos al 10% mientras que en los diez años previos el ritmo ha sido del 2,25% anual”, apunta el Comité.
A esto añaden el incremento exponencial de las materias primas desde enero de 2022. Por ejemplificar, el carbón ha subido un 69%; el trigo un 60%; el gas un 54%... “nada comparable al incremento de hasta un 300% en las facturas de electricidad durante 2022 por el conflicto ucrano-ruso, lo que supuso la mayor subida de la historia en las facturas soportadas por importe de más de 73 millones de euros en la suma de los establecimientos de la provincia, pasando de un coste de 0,09 Euros Kw/hora hasta incrementos puntuales de 0,32 Euros Kw/hora”.
Aseguran que las previsiones no son nada halagüeñas, ya que los economistas de la Reserva Federal de Estados Unidos auguran que durante el cuarto trimestre de 2023 y el primero de 2024 habrá una recesión con consecuencias para toda Europa y ha dejado la puerta abierta a una nueva subida de los tipos de interés a partir de junio de este año.
A todos estos factores que han ido menoscabando la capacidad financiera del sector hotelero hay que añadir que 2022 finalizó con la tasa de inflación más alta de la última década según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional.
En 2023 preocupa además la inflación subyacente, que ha aumentado 4,7 puntos con respecto al año anterior alcanzado un 7,7%, un valor que no se registraba en España desde la década de los ochenta. "Estamos muy atentos a todos los datos y muy preocupados por los pronósticos de los especialistas", añade el Comité Ejecutivo de Aehcos.
“Debemos ser cautelosos y estar muy pendientes de los constantes contratiempos de la coyuntura económica y evolución de la inflación, dado que aunque los datos comerciales de los primeros cinco meses del año son en su acumulado por encima de 2019, el parón de demanda que hemos notado desde mediados de Mayo, unido a las dificultades económicas por las que está pasando el sector en cuanto a su obligada financiación, nos estimula para ser muy prudentes y realistas” ha declarado José Luque, presidente de Aehcos.