El gestor aeroportuario Aena propondrá elevar las tarifas aeroportuarias en el entorno del 4% a partir del 1 de marzo de 2024, según han confirmado a Europa Press fuentes cercanas a la propuesta. Esta subida supondrá un incremento de los billetes aéreos en los próximos meses teniendo en cuenta que las aerolíneas, que pagan estas tarifas por los servicios que reciben de los aeropuertos, repercutirán seguidamente este incremento a los pasajeros.
La propuesta, que ha sido aprobada por el consejo de administración de la empresa pública, deberá contar ahora con el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Al ser esta una información relevante para la compañía, lo más probable es que sea remitida a Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) mañana miércoles de forma paralela a los resultados.
El diario Expansión ha avanzado en su edición que la propuesta de subida de tarifas planteada por Aena es del 4,1%.
Aumento de costes
Uno de los principales motivos que podrían estar detrás de esa decisión de proponer un incremento de tarifas es el aumento de los costes energéticos y del combustible de los últimos meses, además de la recuperación del tráfico aéreo con la vuelta a datos históricos que también podría apuntalar un incremento de tarifas aeroportuarias después de las congelaciones de los últimos años.
El Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) 2022-2026 fija que las tasas para las aerolíneas queden congeladas hasta 2026. No obstante, una ley de 2014 permite a Aena repercutir los costes extraordinarios fuera de control que sobrevengan durante ese periodo, como podría ser el caso.
La subida, que debe ser analizada ahora por la CNMC y tener el visto bueno del Consejo de Ministros, entraría en vigor el 1 de marzo de 2024, y podría llevar aparejado un incremento de los billetes aéreos por parte de las aerolíneas, que rechazan de plano esta subida.
Aumento del precio de billetes
Y es que esta propuesta de subida de Aena choca de frente con los deseos de las aerolíneas representadas principalmente por la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) e IATA, que por el contrario piden una rebaja argumentando un aumento de los costes del combustible y de los costes salariales.
Las líneas aéreas han pedido reiteradamente a Aena que no suba las tarifas aeroportuarias en 2024 para favorecer la consolidación de la recuperación del sector aéreo, lo que permitirá, en su opinión, “una mejora de la competitividad y del servicio que reciben los usuarios”.
ALA confiaba en que el gestor aeroportuario opte por unas tasas competitivas “para facilitar la recuperación de la aviación comercial”, todavía “muy impactada por el alto endeudamiento” que muchas compañías asumieron durante la pandemia.
Desde la Asociación consideran que Aena “tiene margen para no subir las tasas aeroportuarias” después de entrar en beneficios este año y tras la reciente decisión de recuperar el pago de dividendos a sus accionistas.
Por su parte, los gestores aeroportuarios critican que las aerolíneas sigan subiendo los precios de los billetes, al tiempo que reclaman bajadas de tasas.
Presión a la baja
Así, el vicepresidente de Aena, Javier Marín criticó el pasado mes de junio en una cumbre del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI, por sus siglas en inglés) que los reguladores nacionales continúen “obsesionados por aplicar presión a la baja sobre las tarifas aeroportuarias creyendo que eso beneficia al consumidor final”.
Desde ACI se defiende que la contención tarifaria en los aeropuertos solo beneficia a los accionistas de las compañías aéreas, mientras estas han elevado precios en porcentajes superiores al 30%, “seis veces por encima de la inflación”.
El pasado mes de noviembre el presidente y consejero delegado de Aena, Maurici Lucena, ya señalaba que, aunque las tarifas aeroportuarias tengan que ser revisadas al alza a partir de 2027, eso no es “nada preocupante”, dado que estas seguirán siendo “las más bajas de toda Europa”.
El presidente de Aena explicaba que estas tarifas “tan competitivas” habían ayudado a “mantener un círculo virtuoso” de más tráfico, más turismo y más pasajeros de largo radio, pero que esta congelación tenía “un límite”. En ese sentido, argumentó que, si hay una ola de inversiones para aumentar la capacidad de los aeropuertos, “de alguna manera tiene que ir a las tarifas”.
El año pasado, la compañía presidida por Maurici Lucena ya solicitó un alza de las tarifas aeroportuarias de siete décimas porcentuales, pero Competencia decidió congelar las tasas teniendo en cuenta la evolución del tráfico aéreo prevista.
Verano histórico
Ahora un argumento a favor de estos incrementos de tasas solicitados por Aena podría ser el registro histórico de viajes con el que Aena podría cerrar el presente ejercicio. Los aeropuertos españoles registraron cerca de 130 millones de pasajeros en la primera mitad de año, un 23,4% más que en 2022.
Lucena aseguraba el pasado mes de julio que 2023 sería un año récord de tráfico aéreo en España, ante las buenas previsiones que hay de cara al verano. Y es que ya desde la junta de accionistas del pasado mes de abril, en la que se aprobó la vuelta al pago de dividendos, el directivo confiaba en superar “perfectamente” el récord estival de 2019.