La hotelera Meliá Hotels International se prepara para un año 2024 muy intenso. La solidez de la recuperación turística, tanto nacional como internacional, y la vuelta de mercados como el asiático llevará a la hotelera española a impulsar la evolución de su negocio, con lo que espera abrir al menos una veintena de hoteles este año, alrededor de 4.000 habitaciones, la mitad de ellos en el segmento del lujo.
El presidente y consejero delegado de la hotelera española confirmó que la Cuenca Mediterránea, el eje del Caribe, con especial énfasis en México y en Cuba, y la región del sudeste asiático centrarán gran parte de su crecimiento este año 2024. Además anticipa un intenso crecimiento en la región de Oriente Medio con el foco puesto en dos destinos: Arabia Saudí, donde ha firmado un acuerdo con Tourism Development Fund (TDF) para la apertura de tres hoteles, y Dubái.
La empresa confirma para los próximos doce meses la recuperación general de los mercados internacionales, destacando especialmente los mercados asiáticos, así como la notoria reactivación de los segmentos corporativo y de congresos y eventos.
La hotelera mallorquina, la mayor cadena española por número de hoteles con 400 establecimientos operativos o en proyecto en más de 40 países, se prepara por tanto para un año 2024 de enérgica recuperación turística sin indicios de ralentización y durante el cual dos de sus marcas más destacadas, Zel y Me, tendrán un crecimiento notable.
En el caso de Zel, la marca hotelera nacida en colaboración entre el tenista Rafa Nadal y el grupo balear Marca Zel, este año crecerá con cuatro nuevos hoteles: dos en la zona del Caribe (Zel Sayulita y el Zel Punta Cana) y otros dos en España: el Zel Madrid en la zona de Gran Vía y el Zel Tossa de Mar en la Costa Brava.
Otra de las marcas que más crecerá es Me, que tiene prevista la apertura de al menos cuatro hoteles este año: Me Malta, Me Sayulia, Me Guadalajara y Me Lisboa.
También destaca la reapertura del Torre Melina, antiguo hotel Juan Carlos I, “que será un hito para el turismo de Barcelona”, así como la firma de una alianza estratégica con Summum Hotel Group para la incorporación de dos nuevos Meliá Collection.
Escarrer asegura que ambas marcas son muy atractivas y diferentes a las que ofrecen los competidores. “Tienen un posicionamiento muy claro y son marcas muy demandadas por parte tanto del público como de los inversores”, indicó el presidente de Meliá en una entrevista previa a Fitur, la feria de turismo que tendrá lugar del 24 al 28 de enero en Madrid.
Las perspectivas de la hotelera para este ejercicio son bastante optimistas teniendo en cuenta las reservas actuales ‘en libros’. Se confirma de manera destacada la recuperación del segmento corporativo y de MICE, que registra un crecimiento del 15% sobre las cifras registradas hace un año, así como las buenas cifras tanto de ocupación como de tarifas en zonas de Canarias, Cabo Verde, el Caribe y Asia-Pacífico.
El año 2023 fue el año de la recuperación de la facturación y Meliá confía que 2024 sea el de la ocupación. Las tarifas medias de la compañía se sitúan en estos momentos un 30% por encima de las registradas en 2019, aunque la ocupación todavía se mantiene cuatro puntos por debajo de cifras prepandemia.
Este margen de mejora se concentraría sobre todo en Alemania, muy afectada el año pasado por la crisis energética, Asia-Pacífico, con una recuperación de los mercados emisores chino, japonés, coreano y australiano, y de Cuba, muy dependiente del turista canadiense.
“Prevemos que este año ya estamos con unas cifras de ocupación muy similares o incluso ligeramente por encima de las que tuvimos en el 2019”, aseguró el directivo.
Subida de precios de un dígito medio-alto
Con todo ello, la previsión de incremento de precios para este año para la hotelera dirigida por Gabriel Escarrer se sitúa en el entorno de un dígito medio-alto.
La compañía mantendrá a lo largo de estos próximos años su apuesta por el segmento del lujo y de alta gama incrementando el inventario de hoteles de lujo y habitaciones superiores. Las previsiones de la tercera compañía hotelera más grande de Europa son que un tercio de las aperturas previstas para 2024-2025 se concentren en este segmento.
“Meliá ha sabido anticiparse a esa creciente demanda de un producto de mayor nivel, donde el cliente reclama cada vez servicios y experiencias más adaptadas a sus necesidades personales”, aseguró el directivo, indicando que este servicio superior ha derivado en un incremento de precios natural ante un reposicionamiento y una mejora del producto.
Ebitda de al menos 475 millones en 2023
Estos números apuntan a que se logrará alcanzar el objetivo de un resultado bruto de explotación (Ebitda) de al menos 475 millones de euros, comprometido por el presidente del grupo, Gabriel Escarrer, durante su junta de accionistas, lo que supone incrementar un 10% la cifra registrada en el año 2022.
La compañía, que ha registrado una revalorización en el precio de sus acciones del 2% en el último año, continúa asimismo con el compromiso prioritario de reducir deuda a través de la generación de caja operativa, así como mediante otras alternativas como la venta de activos.
Así, aprovechará el boom turístico para crecer de la mano de socios inversores con el fin de explorar nuevas oportunidades de crecimiento bajo el modelo de ‘asset light’ (no patrimonialista). Esta hoja de ruta le permitirá entrar en nuevos mercados y reforzarse en aquellos en los que ya está presente.
En estos momentos, la compañía ha llegado a un principio de acuerdo con el grupo mexicano Gaalata, sujeto actualmente a la aprobación de las autoridades de competencia, por el cual éste se haría con el 50% del actual Meliá Vallarta, que tras una reconversión comenzará a operarse bajo la marca Paradisus. Esta participación del 50% se eleva a 30 millones de dólares (unos 27,5 millones de euros).
Escarrer ha remarcado también que seguirán priorizando sus fortalezas en innovación de marcas y experiencias, liderazgo vacacional, digitalización, expansión internacional y sostenibilidad, claves de la resiliencia demostrada por la compañía durante el último año.
Meliá mantiene su apuesta no solo por la mejora competitiva, cualitativa y sostenible de sus hoteles, sino que aboga también por una transformación integral de los destinos en clave de calidad, rentabilidad y sostenibilidad.
Los fondos Next Generation, “una oportunidad perdida”
Para ello, lleva más de una década apostando por la reconversión de destinos maduros y lamenta que los fondos europeos Next Generation se hayan dispersado “en una multitud de pequeñas actuaciones de impacto aislado”, sin la capacidad tractora y el potencial transformador del modelo económico que exigía el propio mecanismo de los fondos europeos.
Escarrer califica los Fondos Next Generation como una “oportunidad perdida” para el sector ya que, en su opinión, la asignación de los 3.400 millones no ha tenido un criterio transversal en proyectos que desarrollaran una verdadera estrategia que promoviera la mejora de la calidad, diversificación y sostenibilidad de la oferta turística española.
“Creo que aún hay tiempo y posibilidades para que los recursos que quedan se destinen de la manera más efectiva, estratégica y transformadora, haciendo especial hincapié en los destinos maduros y pioneros a los que tenemos que garantizar su competivividad durante los próximos años”, concluyó.
Meliá registró un resultado neto atribuido de 95,9 millones de euros hasta septiembre, lo que supone un 82,2% más que el pasado año, al tiempo que sus ingresos se situaron en 1.478,3 millones, un 16,1% más.
Venta del 50% del hotel Puerto Vallarta (México)
Meliá está a punto de cerrar la venta del 50% del hotel Meliá Puerto Vallarta al grupo mexicano Gaalata por un valor de 30 millones de euros (27,5 millones de euros al cambio actual).
Según ha confirmado Escarrer, la operación está a falta del visto bueno de los organismos reguladores mexicanos.
La reducción de la deuda sigue siendo una asignatura pendiente del grupo. A cierre de septiembre la deuda neta de la compañía ascendía a 2.706 millones (1.230 millones sin incluir el impacto de la norma contable NIIF 16). El objetivo de la compañía sería conseguir retornar en dos o tres años al ratio que teníamos prepandemia de deuda neta sobre Ebitda.
“Hemos llegado a un principio de acuerdo con el grupo Gaalata, que es un socio muy fuerte que tenemos en México y que ya es el propietario de varios establecimientos gestionados por Meliá como el ME Guadalajara y el Zel Sayulita”, afirmó Escarrer en una entrevista.
El grupo mexicano entrará a participar en un 50% en la propiedad del Meliá Puerto Vallarta, que, tras una reforma de reconversión, pasará a gestionarse bajo la marca Paradisus.
Uno de los objetivos principales del grupo de la familia Escarrer es mantener una estrategia focalizada en la rotación de activos, siempre con Meliá asumiendo una participación mayoritaria, en la medida que sea posible, y a través de contratos de gestión a largo plazo. La intención es mantener un balance de la compañía fuerte.
Siguiendo con esa estrategia, Meliá espera cerrar también en los próximos meses la venta de una cartera de hoteles en el Caribe por valor entre 120 y 200 millones de euros, que irán destinados a mejorar el balance de la compañía. En este caso, Escarrer destaca que se tratará de una participación minoritaria a alguno de sus socios en el Caribe.
Dentro de esta rotación de activos iniciada por la compañía se sitúa alianza que cerró a mediados de 2023 con el fondo soberano de Abu Dabi (ADIA), el tercer fondo soberano más grande del mundo, que adquirió por 600 millones de euros 17 hoteles de Equity Inmuebles que gestiona Meliá.
El activo más representativo es el hotel ME Madrid Reina Victoria, situado en pleno centro de Madrid, junto a otros cinco hoteles de la marca Meliá en otros cinco municipios (Madrid, Marbella, A Coruña, Chiclana de la Frontera y Baqueira Beret). Además, se incluían otros ocho hoteles de la marca Tryp (dos de ellos situados en la Gran Vía de Madrid) y tres inmuebles de la marca Sol.
Además, ADIA también se hizo con la propiedad de siete hoteles Meliá del Proyecto Calviá Beach y del club de playa Nikki Beach en Magaluf (Mallorca). El fondo soberano se hizo con el 51% del capital de los activos valorados en unos 250 millones.