El presidente de Renfe, Raül Blanco, ha confirmado que las previsiones de la compañía pasan por que el AVE llegue a París en el último trimestre del año. Así lo ha anunciado este miércoles en un desayuno organizado por el Fórum Empresarial del Llobregat, en el que ha sido presentado por el presidente de la entidad, Santiago Ballesté, y el teniente de alcalde del Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat, David Quirós.
Blanco ha insistido en la voluntad de Renfe de llegar a París con Alta Velocidad durante este año, aunque ha puesto en duda que pueda ser antes de los Juegos Olímpicos del próximo verano.
Ha asegurado que la empresa podrá alcanzar la capital francesa en el último trimestre del año, y ha lamentado que “hay cosas que no dependen de Renfe”, como la homologación de los trenes en Francia.
Corredor Mediterráneo, listo en 2028
Sobre las obras del Corredor Mediterráneo, Blanco ha explicado que el ritmo de obras es muy intenso y que la previsión es que esté finalizado en 2028.
Ha dicho que el tiempo de conexión entre Barcelona y Valencia “mejorará”, aunque aún no se puede saber el tiempo exacto que tardará hasta que las obras finalicen y se sepa qué trenes operarán la línea.
Ha defendido el uso del tercer hilo, y ha explicado que “no es lo mismo hacer una línea de Alta Velocidad en Castilla y León que en el litoral mediterráneo”, por lo que, textualmente, es la solución más eficiente a nivel de infraestructura.
Sobre Rodalies, el presidente de Renfe ha subrayado que 2024 será un año “de muchísima inversión y mucha intensidad”, y ha recordado que el actual Pla de Rodalies prevé inversiones de 4.622 millones hasta 2025, y que después hay planes para seguir mejorando la red hasta 2030.
“Guerra de precios”
El presidente de la compañía, además, ha alertado de la existente “guerra de precios sin tregua” que se está desarrollando en los corredores de Alta Velocidad donde ha entrado competencia. “Veremos dónde llega”, ha añadido Blanco, que ha explicado que tanto iryo como Ouigo son competidores duros.
En todo caso, ha pedido “competir en igualdad de competencia” en los diferentes países europeos y que Renfe tenga, textualmente, las mismas facilidades que estas empresas tienen para operar en España.