En Grupo IAG7, año tras año llevan a cabo nuevas acciones para mejorar el impacto de la huella de carbono. Por ello, la compañía ha decidido adquirir el bosque de Sierra de Pela, en Soria, dentro de su estrategia de descarbonización.
Con esta medida, la compañía busca reducir y compensar las actividades de su actividad, contando con un proyecto propio de reforestación. La plantación se trata de un bosque recién plantado con el objetivo de mantenerlo durante un periodo mínimo de 50 años que permitirá a la compañía compensar su huella de carbono, así como la de sus clientes.
El terreno, aprobado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, presenta una superficie plantada de más de dos hectáreas de terreno, con especies autóctonas: Cedrus atlántica, Pinus pinaster y Crataegus monogyna (10%). Se estima que las absorciones totales de cara a los próximos 50 años puedan superar las 5.600 toneladas de CO2.
“Con este proyecto conseguiremos la mitigación del cambio climático al absorber dióxido de carbono y actuar como sumidero de carbono, reducir la erosión del suelo y crear empleo temporal en áreas rurales despobladas”, señala IAG7 en un comunicado.
“A largo plazo, revalorizará la tierra al producir biomasa y madera de sierra. Promueve la biodiversidad al proporcionar hábitats para aves y otras especies. Además, impulsa la sensibilización ambiental a través de actividades de mantenimiento del bosque que involucran a empleados y clientes”, añaden.
Para la compañía, el proyecto representa su alineación con uno de los valores fundamentales de la compañía, así como su compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente, beneficiando al entorno natural, a las comunidades locales y su propio compromiso con la responsabilidad corporativa y el desarrollo sostenible.