La Comisión Europea ha abierto a consulta pública el proyecto de establecer, a partir del próximo año, un sello europeo voluntario para que las compañías informen a sus pasajeros de la huella de carbono de los vuelos que realizan.
El objetivo es que este etiquetado ofrezca información medioambiental “fiable y armonizada” del impacto en emisiones contaminantes de los vuelos operados dentro de la Unión Europea; aunque su uso no será obligatorio para las aerolíneas.
Se trata de que, en el proceso de compra online de un billete, el usuario conozca la huella de carbono por pasajero y la eficiencia de CO2 por kilómetro de sus vuelos, lo que le permitirá comparar el comportamiento y eficiencia de cada compañía en una misma ruta.
Según los datos de Bruselas, el 80% de los pasajeros aéreos declara que le gustaría saber cuánto CO2 se produce en los vuelos que realiza y, sin embargo, sólo el 5% de los mismos dice tener acceso a dicha información.
La falta de una metodología armonizada y criterios comunes para estimar las emisiones de cada vuelo provoca que la información que ofrecen las aerolíneas y las agencias de venta de billetes sea muy dispar y no se pueda comparar.
Entre los criterios que la UE explora para el nuevo sello voluntario figuran variables como el tipo de aeronave, el número promedio de pasajeros y volumen de carga a bordo o el tipo de combustible utilizado.
La consulta pública está abierta hasta finales de octubre y el Ejecutivo comunitario se servirá de sus contribuciones para ultimar una propuesta concreta sobre el etiquetado.