El segmento MICE, que abarca al turismo de congresos, convenciones y jornadas en España, incrementó su impacto económico un 1,7% en 2012, llegando a los 5.110 millones de euros, durante el pasado ejercicio, el país acogió un total de 19.913 reuniones (un 10,5% más que en 2011), en las que participaron algo más de tres millones de personas (un 4,9% menos), con una media de 152 asistentes por reunión.
Sin embargo, cada participante se gastó un promedio de 322 euros en la inscripción, otros 233 en el viaje, 97 en el alojamiento y casi 90 en gastos diarios, un 1,7% más que el año anterior.
Estos datos figuran en el informe anual de 2012 que presentó ayer en Santander el Spain Convention Bureau (SCB), la sección de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) que agrupa a 57 destinos españoles de congresos.
Tanto el presidente del SCB y alcalde de Granada, José Torres, como la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego, han destacado que España es la tercera potencia mundial en atracción de este tipo de eventos –tras Estados Unidos y Alemania–, si bien la segunda ha subrayado que, pese al “liderazgo sólido” del país en este turismo, “no debemos morir de éxito”, y es necesario “dar un giro” en la promoción de los congresos con un modelo más interactivo.
En este sentido, mientras Torres ha abogado por tratar de ascender a la segunda posición, la secretaria de Estado ha apostado por “liderar” este ranking mundial, en el que Madrid y Barcelona ocupan la cuarta y quinta posición, las dos únicas ciudades de un mismo país que están entre las primeras. También ha indicado que España encabeza las preferencias de Alemania, Austria y Suiza en cuanto a turismo de congresos.
Borrego ha destacado que ninguna promoción e inversión tiene un mayor retorno que la del turismo de congresos, y ha indicado que el año pasado el sector cubrió el 280% del déficit comercial de España por cuenta corriente. Además, ha apuntado que el turismo de congresos conllevó en 2012 un gasto de más de 473 millones, una media de 256 euros al día, la más elevada de todo el turismo, a cuya desestacionalización también contribuye.
Colaboración público-privada
La secretaria de Estado ha abogado por una “reconversión” y puesta en valor del turismo de congresos, ahora que el de sol y playa está en la “madurez”, y ha destacado que los buenos datos son fruto del esfuerzo del sector privado. Por eso ha considerado “básica” la colaboración público-privada, una fórmula que ya sigue el SCB.
Al hilo, ha apostado porque, a través de nuevas fórmulas y estrategias, la iniciativa pública y privada continúen trabajando “de la mano” para lograr la mayor eficacia en sus acciones, y adaptar destinos y oferta a la demanda actual. Una demanda “muy diferente a la que estábamos acostumbrados”, más especializada y diversificada, que pasa por la adaptación a las nuevas tecnologías y que requiere fórmulas innovadoras “que nos ayudarán a consolidar a España en la posición de liderazgo mundial que se merece”.
“Este turismo es un éxito para el sector, lo que significa un éxito para España”, ha destacado Borrego, que ha reiterado que se trata de un reto que se debe afrontar especialmente desde los destinos, que son “los que pueden lograr el cambio que necesitamos”. Asimismo, ha puesto a Santander como ejemplo a seguir pues se está consolidando como destino de tipo de turismo.
Al respecto, el alcalde de la ciudad y presidente de la FEMP ha anunciado que Santander acogió el año pasado a 46.000 delegados de congresos, un 1,5% más que en 2011, y un total de 300 eventos. Ha explicado que los congresos tienen ahora menos delegados y menos tiempo y que son “más reuniones que congresos”, aunque se ha conseguido mantener la actividad, que se sostiene gracias a las empresas.
Apuesta por la innovación
Por su parte, el presidente del SCB ha defendido que los 57 destinos miembros del mismo deben seguir impulsando acciones para promover mayor actividad. “Tenemos que seguir innovando, apostando por la especialización y por la mejora de la calidad para competir”.
Igualmente ha destacado la importancia de la colaboración público-privada y de que las grandes empresas participen en la promoción de España, para que ésta sea un destino “bien vendido y deseado”.
Por eso ha pedido a la secretaria de Estado que “nos eche una manita” en cuestión económica; una “manita” que también ha requerido De la Serna, solicitando “una alegría en estos tiempos de penurias”.