Exigir datos sobre los pasajeros de líneas europeas pone en riesgo la aplicación del proyecto de un espacio de movilidad entre Rusia y la UE, según Bailly.
La Comisión Europea instó ayer a las autoridades rusas a “suspender” las normas que pretenden introducir a partir del 1 de julio y que obligarían a las aerolíneas europeas que viajen al país a entregar los datos de sus pasajeros, una medida que Bruselas observa con “gran preocupación”.
“Esperamos una suspensión, una moratoria, de la entrada en vigor de estas medidas. La fecha de entrada en vigor es el 1 de julio y esperamos que las medidas sean suspendidas a la espera de que ofrezcan información adecuada a la UE”, ha dicho en rueda de prensa el portavoz comunitario responsable de Interior, Michele Cercone.
Cercone, además, ha explicado que la parte europea ha ofrecido a las autoridades rusas la posibilidad de estudiar esta disputa a nivel de expertos para evaluar “en detalle” y en “reuniones técnicas” las disposiciones del registro de datos. El objetivo es también establecer su impacto en las compañías aéreas europeas.
El presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, abordó este problema en la cumbre UE-Rusia del pasado martes en Yekaterimburgo y trasladó al presidente ruso, Vladimir Putin, sus “grandes preocupaciones” por el registro de datos y por la falta de información sobre la medida, según ha explicado en rueda de prensa uno de sus portavoces, Olivier Bailly.
“Es importante encontrar una solución urgente a esta situación, pero del lado de las autoridades rusas no hemos tenido una respuesta con sustancia sobre nuestras preocupaciones”, ha dicho Bailly, que admitía así la falta de avances en los contactos al más alto nivel.
Las partes sí coincidieron en tratar la cuestión a nivel “técnico”, según ha precisado el portavoz comunitario, aunque no se ha fijado aún una fecha para que los expertos europeos y rusos se reúnan.
Vulneración del derecho europeo
Bailly ha recalcado que las normas que prepara Rusia “pondrían en una situación delicada” a las aerolíneas europeas porque para cumplirlas deberían vulnerar el derecho europeo, además de poner en riesgo la aplicación del proyecto común para un espacio de movilidad entre Rusia y la UE. “Queremos discutirlo con las autoridades rusas, el mensaje ha pasado a nivel político y el trabajo debe seguir ahora a nivel técnico”, ha añadido.
Sin embargo, no hay una fecha para mantener estos encuentros a nivel de expertos porque, pese a las señales enviadas desde la UE, la parte rusas no han dado ninguna respuesta formal, ha apuntado Cercone.
