El Ayuntamiento de Roma ha empezado a cobrar 3,5 euros por persona y día –hasta un máximo de diez días– a los turistas que se alojen en apartamentos turísticos a través de plataformas como Airbnb o HomeAway, medida con la que la corporación de la capital italiana espera recaudar unos 20 millones de euros anuales.
La medida, anunciada por el concejal de Turismo de Roma, Meloni Coinvolta, ya se aplica en otras ciudades como Florencia, Génova y Bolonia, según ha explicado a los medios locales.
Ahora dicha tasa llega a la capital italiana, que en 2017 recibió 16,7 millones de turistas (+3%), y donde el pasado año se alojaron 1,4 millones de huéspedes a través de Airbnb, con una estancia media de 3,6 noches.
No solo a hoteles
Hasta ahora el pago de esta tasa turística era obligatoria para los establecimientos hoteleros. No obstante, los alojamientos privados para uso turístico, como los reflejados en las webs como Airbnb o HomeAway, estaban exentos.
Italia no es el único país que aplica una tasa turística a los huéspedes de alojamientos que se ofertan en plataformas. Francia es uno de los países que cuenta con más ciudades con este gravamen.
París, Niza, Lyon, Marsella y Burdeos son las ciudades galas donde se registran más alojamientos en Airbnb y algunas donde cobran una tasa a los turistas por alojarse en ellos. De hecho, el pasado verano, más de cinco millones de visitantes en Francia utilizaron Airbnb para alojarse.
Además de las ciudades galas, Ámsterdam, Lisboa, Berlín, Barcelona, Ciudad de México, Miami, San Francisco o Nueva York, son algunas de las ciudades que también han regulado el alojamiento de los turistas a través de plataformas de alquiler vacacional con tasas.