La ciudad de Venecia cobrará entre 2,50 y 10 euros por acceder al casco histórico a los turistas que solo pasen un día en la localidad italiana, con el objetivo de “mantenerla limpia y permitir a los venecianos vivir con mayor decoro”, según ha explciado en Twitter el alcalde Luigi Brugnaro.
La medida no afectará a los estudiantes, a las personas que viajen a Venecia por motivos de trabajo o negocios, ni a los residentes de la región. También estarán exentos los visitantes que pernocten en la ciudad italiana, puesto que ya abonan una tasa diaria que varía en función de la temporada o la edad de los huéspedes.
El impuesto ayudará, en palabras de Brugnaro, a afrontar los costes de limpieza y seguridad que hasta ahora “han sido pagados solo por los venecianos”. Entre ellos, destacan el despliegue de 150 policías locales cada domingo, así como los 350 que se necesitan en fechas como el Carnaval o la fiesta de Año Nuevo.
“Muchos nativos se han visto obligados a emigrar por el alto coste de la vida y el inmenso flujo de turistas y también de cruceros que han contribuido al desgaste de la delicada arquitectura, que también sufre por las frecuentes inundaciones causadas por los fuertes vientos”, ha explicado Brugnaro.
Más de 30 millones de turistas al año
Venecia, que recibe 30 millones de turistas al año de los que solo una quinta parte pasan al menos una noche en el casco histórico, destina una gran parte de su presupuesto en el mantenimiento de edificios públicos.
En concreto, la Comuna de Venecia especifica que el gasto es un tercio mayor al de las ciudades situadas en la península porque los materiales deben ser transportados en barco, a través de laberínticas calles.