Aneval, la asociación que agrupa a los cinco grandes exponentes del rent a car en España, ha advertido de que la obligatoriedad de exhibir físicamente la etiqueta medioambiental en el coche para acceder a Madrid Central supondrá el sector un coste de más de dos millones de euros anuales.
En un comunicado, la asociación ha solicitado al Ayuntamiento de Madrid que elimine la obligatoriedad de la etiqueta física de la misma manera que tiene telematizada la información sobre el cumplimiento de la inspección técnica del vehículo o la aplicación de tarifas de aparcamiento en función de las características del coche, haciendo que ya no sea obligatorio exhibir el distintivo de la ITV o de la zona SER.
Asimismo, ha considerado que el criterio del Ayuntamiento de filtrado del tráfico de acuerdo a un “distintivo físico” resulta “anacrónico e inoperativo”.
A su juicio, tener inmovilizada la flota hasta recibir este distintivo supondrá a los operadores de rent a car unas pérdidas de más de un millón de euros anuales, al que hay que sumar el desembolso económico extra por la compra de las pegatinas.
Inversión adicional
Teniendo en cuenta que introducen 150.000 nuevos coches cada siete meses, Aneval estima que, como mínimo, deberán hacer una inversión anual adicional de otro millón de euros en etiquetas solo para cubrir las matriculaciones.
Además, dado que toda su flota cumple con las exigencias medioambientales para acceder al centro de la capital, deberán tener preparadas otras 100.000 etiquetas más al año para asegurarse de que cualquier vehículo que venga de otra provincia pueda circular al llegar a la capital.
“A estos gastos hay que sumar también los costes extra derivados de reponer las pegatinas robadas, un fechoría cada vez más habitual entre algunos usuarios que la despegan del vehículo de alquiler para ponerlas en coches privados no autorizados y así pasar desapercibidos al acceder a Madrid Central sin importarles que los números de matrícula no coincidan”, ha indicado.