Ya están aquí los fondos Next Generation, el nuevo maná europeo. Sin embargo, algunos economistas alertan de que no los veremos “de cerca” antes de 2022 así que, todos tranquilos, que la ansiedad es mala compañera de fatigas.
¿Qué es lo que se conoce como el fondo de Recuperación Next Generation de la Unión Europea?, ¿y cómo invertir el dinero que nos corresponde como país miembro de pleno derecho?
Sin extenderme demasiado en tecnicismos, estos fondos son una partida adicional que ha aprobado la Unión Europea de 750.000 millones de euros para tratar de revertir los daños causados por la llegada del coronavirus. Unas medidas excepcionales nunca vistas antes en la historia reciente en Europa.
Parece que estos fondos vendrán articulados bajo dos denominaciones, la mayor parte al Mecanismo para la Recuperación y Resiliencia (MRR) (una denominación muy de estos tiempos). Y otra parte, más modesta, a los fondos de REACT EU, un dinero adicional que se invertirá para hacer frente al impacto social.
España podría recibir una cifra cercana a los 140.000 millones de euros, una cantidad importante. En buena lid, una parte, que todavía no terminamos de descifrar, se espera que irá destinada al sector turístico. Aunque sería de agradecer que una partida significativa se destine a ayudas directas para salvar a las empresas. De las que todo el mundo habla, y que nadie, al menos hasta la fecha, ha visto de cerca.
Matizado lo anterior, y llegados a este punto, uno se pregunta en qué podríamos invertir y no gastar (que suena parecido pero no lo es) esta ingente cantidad de dinero para intentar mejorar nuestro maltrecho sector turístico.
Soy de la opinión, que quizás no todos la compartan, que tenemos una oportunidad de oro (incluso me atrevería a decir única) para transformar el sector turístico a través de estos fondos Next Generation.
La digitalización como foco principal
Para conseguir ese objetivo, deberíamos centrarnos en la digitalización como foco principal para conseguir un modelo de comercialización y distribución más dinámico y competitivo porque, no nos olvidemos, siguen viniendo curvas.
Es evidente que lo anterior, formulado así, hablando en términos generales del sector turístico, puede parecer abstracto, inalcanzable o una entelequia. ¿Cómo digitalizar una industria completa en la que están presentes infinidad de actores?
Precisamente por lo complicado de abarcar ese “todo”, mi alegato se ha centrado exclusivamente en el modelo de comercialización y distribución. Eso sí, en el sentido más amplio del término.
Es decir, desde la agencia de viajes más tradicional del “mostrador de toda la vida”, hasta el turoperador o la agencia de viajes online más vanguardista e innovadora. Desde la perspectiva de una apuesta por la digitalización quizás estos últimos llevan ventaja, o quizás no tanta.
La pandemia, además de caos y destrucción, también nos ha dejado muchas enseñanzas. En Travel Internet Consulting hemos observado los hábitos de compra de los clientes y estos han marcado una clara victoria de la venta online versus venta offline y presencial. Una tendencia que viene manifestándose en los últimos años, que se ha vuelto a notar en cuanto se han reactivado las ventas estos días y que se hará cada vez más fuerte.
La venta presencial se ha visto castigada por varios aspectos. Especialmente, al miedo al contacto y a los espacios cerrados, o el cumplimiento de la distancia social. Esto debería hacer reflexionar a las empresas, invitarlas a reformular sus negocios y los canales de comunicación o relación con proveedores y clientes.
No nos engañemos. Apostar por la digitalización es presente, no futuro. Y hacerlo por la omnicanalidad, para aquellos jugadores que ya dispongan de canal online y offline, también. Si queremos que nuestro sector turístico sea más fuerte y competitivo, necesitaremos empresas con modelos de comercialización y distribución híbridos (online y offline), dinámicos, más flexibles y con una mayor presencia en la red.
Si tenemos un modelo muy tradicional y funciona, hay que seguir apostando por él. Sin embargo, si no somos capaces de ofrecer nuestros productos también online, seremos invisibles para los grandes actores B2B (Business to Business) y B2C (Business to Consumer) que dominan la venta online y esto nos impedirá llegar al cliente final que se encuentra más cómodo en este entorno.
Solo las empresas que apuesten por invertir estarán mejor preparadas para sobrevivir en un entorno cada vez más competitivo y el reto debería ser la transformación y digitalización de sus negocios.
Con lo cual, ¿por qué no destinar una pequeña parte de los fondos Next Generation para facilitar esta transformación de nuestro sector turístico?