El Gobierno del Reino Unido está valorando deshacerse de las categorías ‘verde’ y ‘ámbar’ del semáforo que regula las restricciones de viaje, una decisión que tomará en su próxima revisión del 1 de octubre, según recoge la BBC.
Las autoridades británicas sí mantendrán la categoría ‘roja’, en la que se incluyen los países que solo deben ser visitados si concurren circunstancias extraordinarias. Los pasajeros que lleguen al Reino Unido desde estos destinos deberán aislarse durante diez días en una instalación de cuarentena administrada y seguir los requisitos de prueba necesarios.
Cabe recordar que los viajeros procedentes de los países situados en la lista ámbar deben realizar un test negativo tres días antes de regresar a Inglaterra, completar un formulario de registro del pasajero, guardar una cuarentena de diez días y realizar un test al regreso en el segundo y octavo día.
Las personas completamente vacunadas y menores de 18 años no necesitan confinamiento de diez días ni el test del octavo día si vienen de países europeos determinados, entre ellos España.
Por otro lado, los viajeros de los destinos en la lista verde no tienen que ponerse en cuarentena independientemente de si están completamente vacunados, pero deben realizar las pruebas previas a la salida y del día dos y completar un formulario de localización de pasajeros.
Protestas del sector turístico
En caso de tomarse, la medida daría respuesta a las peticiones del sector turístico, que ha reclamado con insistencia la supresión del semáforo. Así, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC por sus siglas en inglés) ha reclamado en varias ocasiones al Gobierno británico que elimine la categoría ámbar de su “confuso” semáforo sanitario que controla la situación de los países frente a la COVID-19.
“Es hora de que el Ejecutivo elimine la ambigüedad abandonando el confuso y dañino sistema de semáforos y reemplazándolo por otro más simple de entender con solo países en verde y rojo, para que los viajeros sepan exactamente dónde se encuentran”, afirmó la vicepresidenta senior y directora ejecutiva interina del WTTC, Virginia Messina.
También la Asociación Británica de Agencias de Viajes (ABTA, por sus siglas en inglés) ha manifestado su disconformidad con la herramienta que regula las restricciones. La organización considera que sistema de semáforos ha sido negativo, lo que “ha mermado aún más la confianza del consumidor en un momento crítico”.
“El sistema no funciona como se esperaba, con los viajes al extranjero apenas abiertos y, como resultado, la industria está al borde de perder una segunda temporada alta de verano, meses cruciales que representan dos tercios de los ingresos de las empresas de viajes”, explicaron.