Comuns y PSC han sacado adelante la medida, con Junts, Cs, PP y Valents en contra.
El pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado este jueves definitivamente el nuevo plan de alojamientos turísticos (Peuat), que mantiene la prohibición de alquilar habitaciones turísticas por períodos de 31 días o menos y el centro de Barcelona como un área de decrecimiento, de manera que si cierra un hotel no puede abrir uno nuevo.
Han votado a favor los grupos del Gobierno municipal (comuns y PSC) y ERC. Junts, Cs, PP, Valents, y la concejal Marilén Barceló han votado en contra.
La teniente de alcalde de Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, ha defendido que nunca dejarán “de tener una herramienta como ésta que permita poner control y orden” que, según ella, ha permitido un incremento sostenido y sostenible desde su aplicación hace cuatro años.
Tras el pleno, el concejal de Industrias Creativas y Turismo, Xavier Marcé (PSC), ha apuntado las “diferencias de criterios” con los comuns sobre la gestión de las habitaciones compartidas, ya que los socialistas creen que va más allá de los efectos turísticos.
Asimismo, ha insistido en la voluntad del Gobierno municipal de poner en marcha una ordenanza que regule la situación, que ha avanzado que podría impulsarse en este mandato.
Regular y no prohibir
La concejal de ERC, Eva Baró, ha asegurado que su grupo “quiere el mejor Peuat posible” para asegurar que cada paso que se hace en la regulación de viviendas turísticas sea firme, ha dicho, y ha celebrado que en él se haya visto reflejado gran parte de las preocupaciones de los republicanos.
Jordi Martí (Junts) ha criticado el “claro divorcio entre los socios de Gobierno” en esta cuestión y ha defendido que su grupo municipal está a favor de regular y no de prohibir, en la misma línea que se han pronunciado Barceló y el concejal de Valents, Óscar Benítez, que ha pedido el Ejecutivo local que rectifique.
El concejal de Cs Celestino Corbacho y el del PP Óscar Ramírez creen que la actualización del Peuat se ha hecho únicamente por las sentencias que obligaban a modificar algunos aspectos del plan y consideran que va en contra de la recuperación económica y que tiene un “espíritu regresivo”.
