El consejero delegado de IAG, Luis Gallego, ha renunciado al bonus que le reservaba la empresa con cargo al pasado ejercicio, de forma que dejará de percibir de forma voluntaria unas 900.000 libras esterlinas (unos 1,07 millones de euros).
El primer ejecutivo del holding de aerolíneas informó al consejo de administración de que no deseaba ser tenido en cuenta para el Plan de Incentivo Anual de 2021, con lo que dejará de percibir voluntariamente unas 900.000 libras esterlinas, según explicaron fuentes de la compañía.
Esta decisión de Gallego se debe a su deseo de mantener sus intereses alineados con la situación de la compañía que espera iniciar una fuerte recuperación en los próximos meses tras dos años afectada por la crisis del coronavirus y las restricciones en la movilidad internacional.
La crisis derivada por la pandemia provocó que el pasado año el grupo perdiera 2.933 millones de euros, en sintonía con el resto de la industria. El holding aeronáutico confía en un verano sólido volviendo operar aproximadamente un 85% de su capacidad y un resultado operativo positivo este año.
“Esta petición reflejaba su deseo de mantener sus intereses alineados con los de los grupos de interés del grupo, muchos de los cuales han seguido sufriendo el impacto de la prolongación de la pandemia en 2021”, recoge el informe anual de remuneraciones de los consejeros.
Por segundo año consecutivo
El consejo de administración aceptó la solicitud del consejero delegado de IAG y le expresó su gratitud por su permanente compromiso con el grupo. El consejo reconoce, asimismo, que este es el segundo año en que el consejero delegado no ha recibido ningún incentivo anual o a largo plazo. A esto se unen las reducciones de su salario fijo en el mismo período de desempeño.
“Con independencia de cualquier decisión sobre la retribución del consejero delegado de IAG, el consejo de administración ha evaluado su rendimiento en 2021 considerando que ha sido excepcional en la gestión de la pandemia, en el impulso de la transformación del grupo y en el liderazgo del camino hacia una aviación sostenible”, asegura el informe añadiendo que su desempeño se ha evaluado teniendo en cuenta las condiciones externas “extremadamente inciertas y difíciles”.
Defensa de los intereses del grupo
El consejero delegado de IAG siempre ha tomado decisiones en su política de remuneración alineado con sus prioridades empresariales y estratégicas y teniendo en cuenta la evolución del sector en los últimos años, según explicaron la fuentes consultadas por Europa Press.
En 2013, en Iberia, Gallego ya renunció a un bono de aproximadamente unos 600.000 euros y tuvo una reducción salarial voluntaria del 15% de su salario. En aquel momento, la aerolínea estaba reduciendo drásticamente su plantilla y negociando convenios con ajustes con diversos colectivos.
El 9 de enero de 2020 fue designado para sustituir Willie Walsh como consejero delegado de IAG, pero tras la decisión de Walsh de posponer su salida para ayudar a la compañía durante la crisis por la COVID-19, su nombramiento se pospuso hasta el 8 de septiembre de 2020.
Las mismas fuentes apuntaron que en 2020, durante su etapa en Iberia, tuvo una reducción voluntaria de salario de 50%, además en IAG aceptó el rol de consejero delegado del grupo con un salario inferior al de su predecesor.
Al llegar a IAG, continuó con la reducción del 20% que había sido establecida para consejo y en 2021 mantuvo una reducción voluntaria del 10%.
Gallego obtuvo en 2021 una remuneración total como consejero delegado de IAG de 1,52 millones de euros, tal y como refleja el informe anual de remuneraciones de los consejeros.
De la remuneración total, 1,28 millones corresponden al salario en metálico y los otros 221.000 euros están relacionados con instrumentos financieros o el beneficio bruto de las acciones. Restan 13.000 euros más por otros conceptos.
La cifra supone un importante cambio con respecto a 2020, dado que Gallego únicamente ejerció como consejero delegado a partir del 8 de septiembre de ese año, cuando sustituyó a Willie Walsh. En esos tres meses, Gallego percibió una remuneración de 470.000 euros.
Ejecutivo expatriado
El consejo de administración sí ha establecido un pago de 500.000 libras brutas, unos 596.000 euros (250.000 libras netas de impuestos, unos 297.800 euros) que se repartirán entre este 2022 y 2023 por su condición de ejecutivo expatriado en Reino Unido.
Desde IAG se argumenta que esta remuneración de unos 125.000 libras netas (unos 148.868 euros) a pagar durante dos años, común en grandes empresas, trata de cubrir gastos de instalación y vida en Reino Unido, como el del colegio de los hijos, el alquiler de la vivienda, la diferencia del coste de la vida, así como otros conceptos. Gallego se trasladó de Madrid a Londres el año pasado con dos hijos en edad escolar.