La Mesa del Turismo traslada los problemas a los que se enfrenta el sector y que pueden lastrar la recuperación.
La Mesa del Turismo se muestra positiva ante la situación que se prevé que se va a empezar a desencadenarse con la llegada de la Semana Santa, aseguran en un comunicado. Tanto, que han decidido mantener las previsiones que realizaron en Fitur con respecto a la temporada de primavera y verano.
“A pesar de la incertidumbre que genera la guerra en Ucrania, que retrasará la recuperación y muy probablemente reducirá el poder adquisitivo, la Mesa del Turismo de España constata que el incremento de las reservas para la Semana Santa –y la primavera y el verano– inducen a la confianza entre los operadores turísticos”, confirman en un comunicado.
De hecho, apuntan a que la coyuntura europea beneficia a España, al situarse alejada del conflicto internacional, además de que incentivará el flujo doméstico, “en el que seguimos confiando un año más”.
Señalan, además, que las expectativas son buenas, ya que las aerolíneas cuentan con programaciones iguales o superiores a las de 2019 de cara a la temporada alta, y todo ello, en conjunto, jugará a favor de la recuperación del turismo “de forma moderada”.
Optimistas pero realistas
Desde la Mesa del Turismo señalan que, a pesar de las buenas perspectivas con las que cuentan, no hay que dejar de lado los precios de los suministros energéticos, que podrían afectar negativamente y “revertir el buen pronóstico”.
Por ello, instan al Gobierno a “aplicar medidas para rebajar el coste energético como han hecho otros países de la Unión Europea”.
De igual manera, cargan contra Europa por la puesta en marcha de medidas, dentro del marco del Pacto Verde Europeo, “que obliguen a las aerolíneas a pagar por lo que emiten”, junto a nuevos impuestos “al queroseno o la obligación de repostar con combustibles sostenibles, que de entrada tienen un coste más elevado”. Todo ello, además, en un momento delicado para dichas compañías por los sobrecostes que están asumiendo.
Otro problema que señalan es la falta de personal de la Policía Nacional en los puestos de control de pasaportes de los aeropuertos, señalando que la situación “persiste y, si no se le pone remedio, volverá a provocar una situación de colapso en estos aeropuertos”.
También recuerdan que, con la aprobación de la reforma laboral, el sector MICE se enfrenta a un nuevo problema: la subida de la cotización de los contratos temporales, pidiendo “recapacitar sobre la exención de la norma para estas actividades que, por su naturaleza, se desenvuelven en un marco de temporalidad, pero que son un efecto multiplicador de la riqueza para las ciudades”.
De igual forma, siguen reclamando un PERTE específico para el turismo, cifrado en una “cantidad aproximada de entre 12.000 y 15.000 millones de euros” y la falta de trabajadores cualificados, “especialmente en hostelería y hotelería”.
