Desde el 9 de abril, cualquier turista del mundo, con independencia de su estado de vacunación o país de origen, puede cruzar la frontera de República Checa sin sufrir ningún tipo de restricción.
Así lo confirmó el Ministerio de Salud de la República Checa, que confirmó que dejaría sin vigencia el sistema de clasificación de países por colores. De esta manera, cualquier pasajero puede entrar al país tan solo portando la documentación prepandémica necesaria para su viaje.
“El Ministerio de Salud ha derogado las medidas existentes con respecto a la situación epidemiológica”, señala el país en un comunicado, que recalca que “todas las personas pueden llegar a República Checa sin restricciones, independientemente de si viajan desde un país no perteneciente a la Unión Europa o desde la UE”.
De acuerdo con la reducción de controles, no se requerirá que los viajeros muestren pruebas relacionadas con la COVID-19 a su llegada al país. Desde el Ejecutivo manifiestan que la decisión se debe a la mejora epidemiológica que viven en el país.
Esta decisión llega menos de un mes después de que República Checa decidiera que los viajeros provenientes de la Unión Europea pudieran acceder sin tener restricción alguna por la COVID-19.