La inflación, el conflicto en Ucrania o el incremento del precio de la energía, entre las preocupaciones para la temporada de verano.
Las reservas de última hora en Semana Santa consiguen que muchas comunidades superen sus previsiones. A pesar del buen comportamiento de las cifras en regiones como Madrid, Tenerife, Galicia o Andalucía, los hoteleros llaman a la prudencia y aseguran que todavía no se puede hablar de recuperación y ponen el foco en la temporada de verano, que puede verse afectada por el conflicto en Ucrania, la inflación o el precio de la energía.
La capital española ha sido una de esas regiones que han visto superadas sus expectativas gracias a las reservas de última hora. La Comunidad de Madrid ha logrado un 82% de la ocupación media en Semana Santa, superando así el 72% que la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid (AEHM) preveía para esta festividad. De esta manera, Madrid se queda muy cerca de alcanzar la ocupación que obtuvo en 2019 (84%).
Durante toda la Semana Santa, del 8 al 17 de abril, la cifra de ocupación total en la región ha sido de un 77%, frente al 66,5% que estaba previsto. El 56% de turistas que han visitado Madrid eran nacionales frente a un 44% que eran internacionales, procedentes principalmente del Reino Unido, Francia o Portugal, entre otras.
En cuanto a la ocupación de Tenerife, la patronal hotelera Ashotel cifra la ocupación de los establecimientos hoteleros y extrahoteleros en un 86,25% de media en el periodo del 10 al 17 de abril. La Palma cierra la Semana Santa mejorando sus previsiones y con un 80,3% de media, frente a La Gomera, que consigue un 90,6%, y El Hierro, que logra un 83,1%.
A pesar estos buenos datos, los empresarios continúan llamando a la prudencia y afirman que no se puede asegurar que el turismo haya recuperado las cifras prepandemia. Con esta misma tibieza, trata Ashotel estos datos haciendo referencia a la compleja situación que se vive en Europa por el conflicto en Ucrania y sus consecuencias derivadas como el auge del precio de la energía. Por ello recuerda que estas cifras no se pueden extrapolar al comportamiento de los mercados emisores para los siguientes meses y aseguran que tras la Semana Santa la ocupación suele caer hasta el comienzo de la temporada de verano.
Por su parte, el buen tiempo y las reservas de última hora han hecho que Galicia supere sus previsiones en parte de sus destinos y sitúe su ocupación media en un 80% en esta Semana Santa, según datos de la Xunta de Galicia. Localizaciones como Ferrol, Ourense, Santiago de Compostela, la Mariña lucense o la Ribeira Sacra, superan esta cifra y consiguen posicionarla entre el 90% y el 100% en algunas de ellas.
Santiago y A Coruña cumplen con las expectativas de lograr una ocupación del 80%, mientras Ferrol consigue un 90% en los días grandes de Semana Santa y la Costa da Morte logra un 60%. Por su parte, en Pontevedra, Sanxenso consiguió un 80% y en Vigo se quedó en torno al 70%.
En Lugo, la Mariña fue el territorio que obtuvo mejores resultados con una ocupación del 75%, junto a la Ribeira Sacra, que estuvo en torno al 80%. En Orense, la ocupación del domingo al jueves fue del 80%.
La Administración gallega celebra los datos y valora “el gran trabajo del sector turístico” que ha impulsado al turista a elegir Galicia para sus vacaciones.
La última hora, al igual que en Galicia o Madrid, ha contribuido en Andalucía a elevar la ocupación hotelera a un 81,5% durante el puente de Semana Santa, según los datos de la Federación Andaluza de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Fahat). Dichas reservas han elevado en cinco puntos la ocupación prevista por los hoteleros andaluces.
El balance de toda la semana arroja una ocupación media de 71,54% que celebran desde el sector, aunque consideran atrevido hablar de recuperación. Rafael Barba, secretario general de Fahat, llama a la prudencia: “Si bien es cierto que el dato de ocupación siempre es un dato muy importante”, hay que “tener cuidado con cómo relativizamos esos datos”.
Del mismo modo, Barba recuerda que “hay una capacidad alojativa inferior a la del 2019”, puesto que “hay hoteles que no han abierto”. Además, señala que en comparación a los datos de 2019 se ha producido un “descenso del precio medio en torno a casi doce puntos”.
La federación señala que su preocupación viene de cara a la temporada de verano puesto que existen “muchas amenazas en el camino”. El presidente considera que la inflación va a mermar “la capacidad de consumo, especialmente en el turismo nacional” así como los incrementos de los costes energéticos “ponen dificil conseguir resultados positivos”. Por su parte, el conflicto en Ucrania puede impactar en el mercado procedente de países centroeuropeos.
