Economía y Tendencias

El turismo ayudará a sostener la economía española, pero “perderá fuelle” tras el verano

Funcas eleva casi tres puntos la inflación este año, al 8,8%

Publicada 19/07/2022

8:52 horas

 - Actualizada 19/07/2022

9:13 horas

Junto a la industria turística, las exportaciones de bienes y servicios no turísticos y la pujanza del mercado laboral ayudan positivamente a la economía nacional estos meses.

Junto a la industria turística, las exportaciones de bienes y servicios no turísticos y la pujanza del mercado laboral ayudan positivamente a la economía nacional estos meses.

La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) ha mantenido en el 4,2% sus previsiones para el crecimiento económico de España en 2022, aunque prevé una fuerte desaceleración tras el verano y ha recortado 1,3 puntos sus estimaciones para 2023, hasta el 2%, en un contexto de incertidumbre por la guerra en Ucrania y de alza de precios. En este contexto, el turismo queda como uno de los pilares de la economía española para los próximos meses, aunque “perderá fuelle” después del verano, según la Fundación.

En rueda de prensa para presentar la actualización de sus previsiones macroeconómicas para 2022 y 2023, la Fundación de Cajas de Ahorros ha proyectado una inflación media para el presente ejercicio del 8,8%, 2,8 puntos por encima respecto a su anterior escenario, y del 5% para 2023, dos puntos superior.

Con todo esto, desde Funcas explican que su previsión central es de “desaceleración”, aunque “rozando la recesión”, ya que en el cuarto trimestre de 2022 estima que el crecimiento del PIB sea del 0% y en el primero de 2023 sea “ligeramente” positivo, todo ello bajo la hipótesis de que los precios energéticos “se mantengan estables”.

Según ha señalado Torres, la actual espiral de precios energéticos ha provocado un brote de inflación “que amenaza con cronificarse”, con un IPC subyacente que sigue repuntando en España y se sitúa un punto por encima respecto a la media de la Eurozona. “España está peor posicionada de momento”, ha advertido el director de Coyuntura de Funcas, Raymond Torres.

El turismo, sostenedor de la economía

Tras un inicio de año muy débil, con un crecimiento del PIB del 0,2%, el segundo trimestre muestra “señales positivas” gracias al rebote del turismo, el incremento de las exportaciones de bienes y el tirón del empleo. Sin embargo, el sentimiento económico se deteriora por el alza de costes energéticos y problemas de suministros y la caída de la confianza del consumidor por la pérdida de poder adquisitivo.

Con todo, Funcas, aunque mantiene el crecimiento esperado del PIB en el 4,2%, varía la composición del indicador. En concreto, la demanda interna solo aportará 2,1 puntos, 1,7 puntos menos que en la previsión de marzo. Este recorte refleja principalmente la pérdida de capacidad de compra de los consumidores debido a la inflación. "Los hogares tirarán del ahorro para financiar su gasto, lo que permitirá un leve crecimiento del consumo privado", ha señalado Torres.

Por su parte, la aportación del sector exterior se ha revisado al alza, hasta 2,1 puntos (1,7 más que en marzo), como consecuencia de la recuperación de los ingresos por turismo hasta el nivel previo a la pandemia y, en menor medida, de las ventas de bienes y servicios no turísticos en el exterior.

Este rebote del turismo, el dinamismo de las exportaciones de bienes y servicios no turísticos y la pujanza del mercado laboral seguirán sosteniendo la actividad en los próximos meses. Sin embargo, perderán fuelle tras el verano, mientras que las perturbaciones geopolíticas, energéticas y monetarias ganarán peso.

En consecuencia, la economía española registrará una fuerte desaceleración en 2023, con un crecimiento del PIB del 2%, 1,3 puntos menos que en la anterior previsión. El director de Funcas, Carlos Ocaña, ha insistido en que estas previsiones son muy sensibles a la evolución de la inflación y los tipos de interés; una inflación más elevada o un ajuste de los tipos de interés más rápido resultarían en un menor crecimiento, “un escenario más adverso que no es descartable”.

Un pacto de rentas que incorpore las pensiones

Por ello, ha insistido en que hace falta una política de rentas sensata, que no deteriore la competitividad de la economía. “Y hace falta una política presupuestaria prudente que no magnifique el inevitable aumento del coste de nuestra elevada deuda pública”, ha señalado Ocaña, quien opina que las pensiones deberían incluirse en el pacto de rentas dado su fuerte impacto en el gasto.

Sobre los impuestos a energéticas y banca anunciados recientemente por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el director de Funcas cree que este tipo de medidas, “a lo 'Robin Hood'” tienen el inconveniente de que recaudan menos que los gastos que imponen a los agentes económicos. "Hay que ser muy cuidadosos", ha alertado Ocaña.

El déficit rondará el 4,5% del PIB en 2023

Según el informe de Funcas, el dinamismo del mercado laboral se mantendrá, aunque a un ritmo cada vez menor, en consonancia con la fuerte desaceleración de la economía. Hasta finales de 2023 se crearán cerca de 600.000 puestos de trabajo, con lo que la tasa de paro bajará del 12%.

De su lado, el déficit público descenderá este año por el juego de los estabilizadores automáticos y de la inflación. Sin embargo, Funcas estima que en 2023 apenas se avanzará en la contención de los desequilibrios por el enfriamiento de la economía, la revalorización de los funcionarios y la indicación de algunas partidas presupuestarias como las pensiones. “El agujero rondará el 4,5% del PIB en 2023, un valor cercano a su nivel estructural, y la deuda el 112%”, estima la Fundación.

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