La primera quincena de julio se han cumplido los pronósticos y los datos de ocupación se han situado en valores próximos a los de 2019 prácticamente en casi todos los destinos, confirmando la fortaleza de la actividad turística, según se desprende de una nota de prensa de Hosbec.
A pesar de los inconvenientes que se están sucediendo en este inicio de temporada, las ganas de viajar y las vacaciones vuelven a escalar posiciones en la prioridad de gasto de los consumidores españoles y europeos.
A la vista de los datos parece que, al menos en el inicio de la temporada, las dificultades económicas, la situación de los aeropuertos o la séptima ola de la COVID no están afectando de forma importante al ritmo de reservas.
Benidorm es el destino en el que la distancia sobre julio 2019 se abre hasta más de tres puntos, pero su marcado componente internacional ha hecho que sea el destino más afectado por las cancelaciones, huelgas y caos que se vive en muchos aeropuertos y en especial a los que unen Reino Unido con el aeropuerto de Alicante.
Destacan de nuevo los portugueses que aparecen como tercer mercado en importancia después de españoles y británicos, por lo que se ha recuperado la tradicional estructura del mercado internacional.
La Costa Blanca mantiene su tendencia y roza la normalidad de 2019, lo que igualmente ocurre en Valencia que registra el mejor dato de ocupación media con un 89,3% en esta primera quincena gracias al buen comportamiento sobre todo del mercado nacional.
Castellón mantiene un 74,3% de ocupación media, construida sobre un 82% de mercado nacional
Las previsiones para la segunda quincena de julio marcan ritmos muy similares a estos, por lo que la ocupación de julio estará entre el 85 y el 90% de media a final del mes.