Tecnología

El uso del Big Data, prometedor para el turismo pero complejo para ser aprovechado

La falta de cooperación entre empresas y organizaciones representa una traba en el uso de esta tecnología

Publicada 12/08/2022

9:00 horas

 - Actualizada 12/08/2022

12:31 horas

Alberto G. Méndez

En España, empresas y administraciones también están contemplando los casos de uso de estas tecnologías.

En España, empresas y administraciones también están contemplando los casos de uso de estas tecnologías.

Las nuevas tecnologías de Big Data y Machine Learning son conceptos inseparables de la digitalización de multitud de compañías, habiendo entrado ya de lleno en la economía del dato y en la era de la información a raudales. Siendo la industria turística un peso pesado a nivel mundial y, sobre todo, un pilar fundamental en la economía española, las compañías turísticas nacionales pueden encontrar en la minería de datos un input valioso en su desarrollo, como respaldan varios documentos académicos sobre el tema.

El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ya tomó la iniciativa de distribuir 25 millones de los fondos europeos para digitalizar empresas del sector. Además, España formalizó en julio de hace un año una manifestación de interés para la creación de un hub español y un hub específico de datos del sector turístico de Gaia-X, una iniciativa privada de Big Data a nivel europeo. Precisamente, Alberto Palomo, Chief Data Officer del Gobierno, fue nombrado este julio presidente del Consejo Asesor de Gaia-X.

En manos de las compañías y administraciones queda decidir cuánta inversión focalizar en la gestión de datos, estando documentados los potenciales beneficios que pueden obtener a través de conocer mejor al cliente. Turismo Costa del Sol, por ejemplo, ha dado ya un paso innovador en este aspecto, creando su propio portal ‘Big Data Tourist’, plataforma que permite visualizar datos turísticos en la región a tiempo real y de forma gratuita, y ofreciéndola a empresas así como a la Diputación de Málaga.

Por supuesto, Madrid y Barcelona no se quedan atrás. La capital de Cataluña presentó el pasado año ‘Amazing Barcelona’, un hub de datos turísticos creado como iniciativa público-privada, liderada por Turisme en Barcelona en conjunto con empresas como Telefónica, Vueling o el F.C. Barcelona.

El Ayuntamiento de Madrid, por su parte, anunció también en 2021 que está trabajando en el desarrollo de una aplicación móvil que pretende ofrecer al turista una guía única y personalizada para su visita a la ciudad. Esta apuesta tecnológica viene enmarcada en la estrategia de Madrid por la que busca recibir más turismo de alto impacto, es decir, visitas que dejen más dinero en la ciudad.

Iniciativas como esta convertirán los destinos españoles en inteligentes. A principios de este junio, el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, contó durante una visita en México que el Gobierno de España está gestando una gran plataforma para gestionar la experiencia de los turistas que lleguen a las ciudades consideradas patrimonio de la humanidad en España.

También destaca en este marco la decisión del ayuntamiento de Tarifa, en Cádiz, que ha instalado este julio sensores de captación de datos en sus calles para analizar elementos como las rutas más transitadas por los turistas, el tiempo de estancia en un punto o los flujos de tráfico, un proyecto financiado al 60% con fondos públicos.

Dificultades

No obstante, abrazar el uso de estas tecnologías también comprende sus dificultades para el sector. En concreto, la Organización Mundial del Turismo (OMT) enumeró en 2019 cinco principales obstáculos, siendo estos la necesidad de actualizar la legislación para favorecer nuevos modelos de negocio, el bajo nivel de conocimiento sobre estas nuevas tendencias tecnológicas, una falta de inversión necesaria en la contratación y formación de expertos en estas materias, y la falta de cooperación y comunicación entre las partes interesadas (stakeholders), como recoge una publicación de la revista Applied Tourism.

Otras publicaciones académicas hacen referencia también a la falta de muestra empírica de cómo el uso de estas tecnologías puede mejorar los negocios turísticos en concreto, la falta de control sobre los lugares en los que se produce el dato o, simplemente, la complejidad del manejo de datos.

Utilidades del Big Data: del marketing a la sostenibilidad

Recopilar datos sobre los gustos y opiniones de los viajeros puede ser muy útil para mejorar las estrategias de promoción, para valorar el impacto medioambiental en zonas de interés, o para fomentar el turismo rural, entre otros.

Asimismo, y como quedó de relieve tras la COVID, las empresas del sector pueden beneficiarse del acceso a datos a tiempo real y de una división geográfica más exacta. El acceso a información con gran velocidad puede mejorar la capacidad de respuesta ante cualquier imprevisto. “En el turismo, el Big Data puede ser utilizado en todos los segmentos, incluyendo hoteles, agencias de viajes, transporte y, especialmente, en la inversión privada y la promoción de políticas públicas”, recoge Applied Tourism.

En lo que concierne a sostenibilidad, “las oportunidades del Big Data son particularmente importantes para medir y promover la sostenibilidad turística […] Este es el caso del análisis espacio-temporal, que es de gran utilidad en la gestión de los flujos turísticos de cara a asegurar la sostenibilidad social para preservar una experiencia turística de calidad y la habitabilidad del lugar”, se lee en el artículo académico “The Use of Big Data in Tourism: Current Trends and Directions for Future Research” (2021).

Los destinos rurales también pueden aprovechar un mayor flujo de información de cara a su promoción. “Los datos masivos se utilizan como una herramienta técnica para formular una estrategia de marketing sólida para ayudar al turismo rural local a salir del campo, promover el desarrollo económico rural, ayudar a las áreas locales a deshacerse de la pobreza y enriquecerse, y resolver realmente el problema de las tres zonas rurales”, recoge “Marketing Strategy of Rural Tourism Based on Big Data and Artificial Intelligence” (2022).

Así, pueden utilizarse los datos desde antes del viaje para crear publicidad y ofrecer información al viajero, así como durante el mismo, por ejemplo con mapas en realidad virtual o información sobre la biosfera del lugar, o facilitando el cambio de habitación o condiciones, y después del viaje, valorando las opiniones y experiencias de los viajeros en redes sociales.

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