Los países de la Unión Europea han pactado este miércoles restringir los visados al turismo ruso al suspender el acuerdo de facilitación de visados con Rusia, lo que supondrá una reducción importante del número de permisos para que ciudadanos rusos entren en la UE y más trabas para conseguirlos.
“Los Estados miembros consideran que no pueden seguir las cosas como si nada. Hemos acordado políticamente que se tiene que hacer algo”, ha anunciado el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, en declaraciones tras la reunión informal en Praga de ministros de Exteriores del bloque, que han dado luz verde a limitar los visados al turismo ruso.
Según ha explicado el jefe de la diplomacia europea, con este paso será “más difícil y llevará más tiempo” a los turistas rusos conseguir visados y se verá reducido el número de permisos que se emitan.
La suspensión del acuerdo de facilitación de visados con Rusia ha terminado siendo el punto de encuentro entre los Estados miembros que pedían una prohibición total de la entrada de rusos a la UE, como los bálticos, y los que reclamaban ser más selectivos.
“Estos acuerdos se hacen para facilitar las cosas y si se pone fin no habrá más facilidades, será más difícil conseguir visados. Será posible conseguirlos, pero en menor número”, ha ahondado durante la rueda de prensa.
En todo caso, el Alto Representante ha valorado que existe un enfoque común en la UE que evitará que los ciudadanos rusos puedan aprovechar la falta de coordinación entre Estados miembros para obtener permisos de viaje.
Controles en fronteras y visados ya emitidos
Sobre los controles en frontera que ya aplican algunos Estados miembros, como Estonia, para frenar la llegada de ciudadanos rusos a terreno europeo, Borrell ha explicado que los Veintisiete pueden adoptar un amplio abanico de medidas en el marco del código Schengen.
De esta forma, el jefe de la diplomacia comunitaria ha dado manga ancha a los Estados miembros para tomar medidas a nivel nacional sobre visados y controles fronterizos, según la situación que enfrenten, para regular la frontera.
La llegada de turistas desde Rusia se ha convertido “en una cuestión de seguridad” para los países vecinos de la UE, como los bálticos y Finlandia, ha admitido Borrell, quien ha asegurado que este verano se ha visto a ciudadanos rusos viajar por ocio a Europa, “como si no hubiera guerra en Ucrania”.
Con respecto a los permisos ya emitidos, los Estados miembros han decidido encargar a la Comisión Europea que estudie la situación y ofrezca una serie de orientaciones para adoptar posibles restricciones. “Hay un entendimiento común de que también se deben abordar y esta situación necesita de un enfoque común”, ha añadido el exministro español.
Unidad en Europa
El objetivo de la medida es alcanzar la unidad en la Unión Europea, después de que haya países partidarios a un cierre total a los visados, mientras que otros apuestan por continuar con normalidad en la emisión de los mismos.
“Hay distintas posiciones y trabajaré para tener unidad y una posición común. No podemos permitirnos estar divididos en esto”, ha reconocido el jefe de la diplomacia comunitaria. Con esta propuesta, se alcanzaría dicho punto intermedio para que puedan seguirse emitiendo visados, pero de una manera más limitada.