La asociación sin ánimo de lucro Exceltur ha reclamado al Gobierno el establecimiento de un gran marco legal sobre Viviendas de Uso Turístico (VUT) en España que, “sin invadir competencias regionales”, ordene lo que consideran un “crecimiento descontrolado” de este tipo de alojamiento, “evitando sus efectos adversos sobre la identidad y convivencia en los barrios más emblemáticos de las ciudades españolas, claves de su atractivo turístico”.
Un estudio, realizado en colaboración con ayuntamientos de las seis ciudades españolas más afectadas por el fenómeno de las VUT (Barcelona, Madrid, Málaga, Sevilla, San Sebastián y Valencia) muestra, con datos oficiales y una encuesta de residentes, el impacto negativo que el “crecimiento descontrolado” de este tipo de viviendas tiene sobre los barrios más turísticos de España, así como la calidad de vida percibida por sus habitantes.
Así en los lugares donde se ha disparado la aparición de viviendas turísticas se ha detectado un encarecimiento de la vivienda, una transformación del comercio de proximidad, un deterioro de la convivencia en comunidades de vecinos, promoviendo la expulsión de sus residentes, por lo que se llega a cuestionar el valor y la reputación del conjunto del sector turístico en su conjunto.
“La pérdida de identidad de muchas de las ciudades de Europa puede tener un efecto muy negativo para el turismo. Ese no es el tipo de turismo que queremos en España y en Europa”, aseguró el presidente de Exceltur y vicepresidente y consejero delegado de Meliá, Gabriel Escarrer, durante a presentación del informe, denominado ReviTUR.
Además, el documento constata el menor impacto socioeconómico que generan las viviendas turísticas sobre las ciudades, respecto al resto de tipologías de alojamiento turístico, con un menor gasto en destino, un menor y peor empleo, así como una baja derrama fiscal.
Exceltur considera que el actual marco normativo autonómico y local que regula las VUT en España “es insuficiente y no dispone de instrumentos efectivos para garantizar su cumplimiento identificándose un elevado grado de ilegalidad en el mercado”.
“Abogamos por un turismo de mayor calidad, con mejor empleo, menor impacto ambiental y mayor reconocimiento social”, aseguró en la presentación del informe Escarrer, quien advirtió de que como no se regule esto puede “incidir en el modelo turístico del país”.
“Crecimiento desbordante y descontrolado”
La organización turística asegura que el aumento de la presión turística experimentado por las ciudades españolas en la última década procede mayoritariamente del crecimiento “descontrolado” de las VUT.
Así, de las 346.921 plazas turísticas en todos los modos de alojamiento que había en las 20 principales ciudades españolas en 2010 se ha pasado a 788.136 plazas en 2019, suponiendo las VUT el 82% de este crecimiento, concentrado mayormente en los centros y barrios de mayor atractivo turístico de las ciudades y costa (el 72%).
Aunque la pandemia provocó una notable caída por la falta de demanda, las VUT están volviendo con fuerza. Y es que el alquiler turístico ofrece al propietario de una vivienda el doble de rentabilidad media respecto a un alquiler tradicional de larga estancia (19.737 euros al año frente a 10.138 euros al año en una vivienda media de 80 metros cuadrados)
Resultado de este crecimiento, en esos nueve años se ha reducido el 6% del parque residencial de estos barrios. Así, en barrios como el casco antiguo de Sevilla el 61,2% del parque residencial lo copan las VUT, el 28,3% en el caso del Barrio de Sol en Madrid o del 18,3% en el caso de El Mercat en Valencia.
Al mismo tiempo, las VUT han provocado un aumento de los precios de la vivienda desplazando a los residentes. Así, los precios de compra de viviendas de estas zonas subieron en media un 9,1% de 2010 a 2019, por apenas un +0,5% en el resto de la ciudad.
Por todo ello los vecinos sufren un notable malestar por la incidencia de las VUT en su calidad de vida. El 77,7% lamenta el encarecimiento del acceso a la vivienda, un 68,4% el encarecimiento de la vida en el barrio, un 66% denuncia problemas de convivencia, y además el 51% lamentan la transformación del comercio de barrio.
A esta percepción se añade el deterioro de la habitabilidad en los edificios por problemas de ruido (65%), suciedad en espacios comunes (54,6%), desgaste de espacios (48%) o inseguridad en los edificios (47,7%).
Contribución al modelo turístico
Respecto a la contribución económica que este tipo de solución alojativa genera en los destinos turísticos españoles ReviTUR muestra como en su promedio las VUT se comercializan a un precio medio diario de 27,2 euros (2019) frente a los 30,5 euros de un hostal y la mitad de un cliente de un hotel de cuatro estrellas (55,1 euros).
Y este turista no solo gasta menos en alojamiento sino que su contribución económica diaria en destino es inferior. Así un turista alojado en una VUT genera un impacto económico directo e indirecto de 161 euros al día, por los 255 euros de la media de los turistas del resto de tipologías, principalmente hoteleras.
Además, las VUT inducen a una menor generación de empleo (35,9 puestos de trabajo a tiempo equivalente por cada 100 plazas, por los 96,1 empleos por cada 100 plazas de media de los hoteles) y una peor calidad del mismo.
El informe muestra además como estas viviendas generan una menor aportación también a las arcas públicas. Los ingresos fiscales por plaza turística de una VUT en la media de las ciudades españolas ascienden al año a 1.626 euros por plaza, muy lejos de los 8.213 euros al año por plaza de contribución fiscal generada por cada plaza de un hotel medio de 3-4 estrellas.
Como conclusión con casi con el mismo número de plazas, la contribución fiscal de los hoteles en las 20 principales ciudades españolas en 2019 ascendía a 3.461 millones de euros, por los 712 millones generados por las VUT.
Nuevo marco nacional
Por todo ello Revitur propone el impulso de un decreto ley sobre viviendas turísticas que ordene cuatro ámbitos clave de su actividad que son competencia exclusiva del Estado y que ayudaría “a dar seguridad jurídica, reducir la ligitiosidad y controlar mejor los efectos de las VUT por parte de las comunidades autónomas y locales”.
“Queremos reconducir la situación actual sin invadir competencias y sin poner puertas al campo. No se trata de prohibir”, ha señalado Zoreda, sino de “hacer que cumplan la normativa. Estamos pidiendo una gran apuesta de Estado, una gran apuesta de país”.
Para el vicepresidente de Exceltur, es una oportunidad única “el próximo semestre que España va a tener la presidencia europea, para elevar la voz y ajustar más las necesidades de cumplimiento”.
Entre los ámbitos de regulación se encuentra definir la actividad de alojamiento de VUT, estableciendo un régimen jurídico y naturaleza de las relaciones contractuales. Asimismo, también reclaman regular los intermediarios y plataformas de pisos turísticos, así como la inclusión de este tipo de vivienda en los desarrollos urbanos. Y, por último, dar más poder a los propietarios de los edificios.
Exceltur se ha reunido con la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, que se ha mostrado “con una receptividad elevada” y ha comunicado que tratará el tema a nivel transversal con otros ministerios debido a la importancia que considera tiene el mismo.
Este decreto es “lo más factible” más allá de incluirlo en la ley de vivienda porque “se está complicando”, detalla el director de Estudios Óscar Perelli. “El Gobierno lo ve más como un decreto ley propio”, añade. Desde Exceltur insisten que no quieren invadir competencias regionales y solo piden que se cumplan las leyes.