Este martes ha entrado en vigor la prohibición de vuelos cortos en Francia siempre que haya una alternativa en tren en menos de dos horas y media. Esto implica que el país galo se quedará sin conexiones áreas entre París y ciudades como Nantes, Burdeos o Lyon.
El Diario Oficial francés publicó este martes la medida, prevista por la ley Clima del 22 de agosto de 2021, pero que se suspendió mientras la Comisión Europea examinaba un recurso del sector aéreo.
En la práctica, los vuelos que cumplen con los requisitos del decreto son los que conectan París con ciudades medias como Nantes (oeste), Lyon (este) o Burdeos (suroeste). No obstante, si se mejoran las rutas ferroviarias, podrían ser más.
De esta manera, se podrían agregar más rutas: por ejemplo entre París Charles de Gaulle y Lyon, Nantes, Burdeos o Rennes. Pero también para otras ciudades como entre Lyon y Marsella.
La ley ya se aplicaba en la práctica porque el gobierno obligó a Air France a renunciar a estos vuelos a cambio de una ayuda financiera en mayo de 2020, en plena crisis de la COVID-19.
El ministro de Transportes, Clement Beaune, celebró la entrada en vigor de la prohibición subrayando que se trataba de un gesto con repercusión “mundial”.
Además, señaló que la que la medida contaba con el respaldo de la Comisión Europea y el Consejo de Estado y en el que consideraba “injustificable” que se mantuvieran conexiones aéreas entre “grandes ciudades” unidas por líneas ferroviarias “rápidas, regulares y eficaces”.