Existe un tipo de publicidad que genera rechazo entre el público objetivo por ser invasiva y no contar con el visto bueno del destinatario. Es el caso de, por ejemplo, los correos electrónicos que las empresas mandan a diestro y siniestro y encierran contenido publicitario que no es del interés del usuario. Esta práctica de Spam recibe el nombre de marketing de interrupción, porque, como su propio nombre indica, interrumpe la actividad diaria del usuario.
Como respuesta a este tipo de publicidad agresiva, aparece el marketing de permiso, por el que se pide previamente al cliente la posibilidad de enviarle publicidad. De esta manera, la agencia de viajes se garantiza la circunstancia de que quien recibe la publicidad tiene un interés verdadero en ella, lo que aumentaría la rentabilidad de la agencia.
Esta estrategia de marketing digital tiene una serie de ventajas que permite a la agencia reforzar la personalización, ya que la empresa se dirige directamente al cliente, que recibirá un trato especial y diferenciado, lo que derivará en la posibilidad de fidelizar al cliente. Este trato especial permite también conocer cuáles son las preferencias del cliente, porque el contacto directo nos abre las puertas de sus intereses.
Asimismo, esta circunstancia lleva aparejado el beneficio de asegurarse el interés del receptor, porque ha sido él el que expresamente ha concedido permiso a la agencia de viajes para recibir publicidad.
Al ser el cliente el que muestra su interés por el producto de la agencia, las posibilidades de venta aumentan como la rentabilidad por cliente. Puesto que el cliente crea un vinculo con la agencia, el contacto con las empresas de la competencia disminuye. Esto hará que del gran abanico de ofertas y paquetes de viajes que hay en el mercado se decante por un producto de nuestra empresa porque es con el que está más familiarizado.
Generar marketing de permiso
Para llevar a la práctica esta técnica, es necesario trazar una estrategia digital que capte la atención del cliente y despierte su interés a través de distintos incentivos. Estos pueden ser ofertas, promociones o descuentos a los que se pueda optar, por ejemplo, suscribiéndose a nuestra newsletter.
Una vez suscrito y dado el permiso por parte del cliente, se puede hacer un análisis de sus intereses y ofrecer así aquellos productos por los cuales haya mostrado interés. Para eso es fundamental recabar todos los datos posibles sobre sus preferencias y gustos.
Por último, es muy importante no perder el contacto con el cliente y mantener en el tiempo la interacción dando respuesta a sus solicitudes y peticiones.