El turismo extranjero se recupera a pesar de los retos económicos y geopolíticos que se suceden. Según datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT), durante los primeros siete primeros meses de este año, las llegadas de turistas internacionales han alcanzado el 84% de los niveles previos a la pandemia.
En total, se calcula que unos 700 millones de turistas viajaron internacionalmente entre enero y julio de 2023, lo que supone un 44% más que en el mismo periodo del año pasado. El mes de mayor actividad ha sido julio, con unos 145 millones de viajeros internacionales registrados.
El secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, celebra que “el turismo se está recuperando con fuerza en todas partes del mundo”, aunque asegura que “también necesita adaptarse”.
Desde la OMT perciben como desafíos tanto el cambio climático como los crecientes flujos turísticos. Es por ello que reconoce la necesidad de “construir un sector más inclusivo, sostenible y resiliente”.
Todas las regiones se recuperan
Según los datos arrojados por la OMT, todas las regiones del mundo han presentado fuertes tasas de recuperación del turismo entre enero y julio de este año.
Oriente Medio sigue siendo la única zona que supera los niveles previos a la pandemia. En concreto, llega un 20% de turistas por encima de los niveles de 2019. Son países como Egipto, Israel, Jordania, Líbano o Turquía.
Europa ha alcanzado el 91% de los niveles anteriores de la pandemia
Futuro optimista, pero lento
Según los datos de la OMT, la previsión del turismo internacional es de alcanzar entre el 80 y el 95% de los niveles previos a la pandemia este mismo año. Las previsiones para lo que queda de 2023 apuntan a una recuperación continua, aunque desde la organización aseguran que será a un ritmo más moderado.
Además, se espera que la reapertura de China y otros mercados y destinos asiáticos sigan impulsando los viajes tanto dentro de la región como a otras partes del mundo. Con todo, la OMT reconoce que el ámbito económico es un reto determinante en la recuperación turística, especialmente por la inflación y el aumento de los combustibles.