València cuenta con una red de más de 160 kilómetros de carriles bici que permiten llegar hasta la misma playa
Quedan pocos meses para que València entre a formar parte del selecto club al que ya se han unido ciudades como Estocolmo (Suecia), Hamburgo (Alemania), Vitoria, Nantes (Francia), Copenhague (Dinamarca) o, en la actualidad, la capital de Estonia, Tallín. En 2024 la ciudad del Turia tomará el relevo y será la Capital Verde Europea, un reconocimiento de la Comisión Europea al compromiso de la ciudad con la sostenibilidad que, además, destaca los esfuerzos llevados a cabo por mejorar el medioambiente y la calidad de vida tanto de sus ciudadanos como de sus visitantes. Y que también tiene en cuenta factores como los numerosos espacios verdes, así como las iniciativas de movilidad sostenible.
Porque València escribe su presente y su futuro en clave de sostenibilidad, con una perspectiva de 360 grados que abarca tanto el modelo de ciudad hacia al que ha ido evolucionando, los espacios verdes que cada vez tienen más protagonismo, así como la apuesta por preservar las tradiciones locales y el producto de proximidad. Los resultados están a la vista y, sobre todo, se viven y disfrutan cuando se pone un pie en València. Por ejemplo, en los casi cinco millones de metros cuadrados de jardines y zonas verdes que se han ido incorporando al paisaje de València, auténticos pulmones como, entre otros, el parque urbano más largo de Europa, el Jardín del Turia que, a lo largo de sus nueve kilómetros, se ha convertido en uno de los ejes de la ciudad. O los parques naturales de la periferia, a los que se llega fácilmente en transporte público, como el de la Albufera y el del Turia, que se pueden recorrer a pie o en bicicleta.
De hecho, València cuenta con una red de más de 160 kilómetros de carriles bici que permiten llegar hasta la misma playa, contribuyendo a la reducción de emisiones de CO2. Este modelo que permite también disfrutar más del entorno y vivir la calle se ha plasmado también en la peatonalización de espacios emblemáticos, como las calles que rodean el Mercado Central, la plaza del Ayuntamiento o la Plaza de la Reina. Y en la misma línea, en la apuesta por la movilidad sostenible, se promueve el uso de vehículos eléctricos y la mejora de la eficiencia energética, que no sería posible sin las nuevas tecnologías que en 2002 auparon a València como Capital del Turismo Inteligente.
El futuro más inmediato de València pasa por la preservación del producto de proximidad en el que hay tantas variantes como calidad, gracias a las dos grandes despensas valencianas, la Huerta y el mar. El Mediterráneo, los más de 120 kilómetros de huertos de frutas y verduras, así como los arrozales que rodean la ciudad permiten que cada día lleguen productos frescos a la mesa de los restaurantes y a los mercados con el sabor de lo auténtico.
València mira con ilusión a los próximos meses en los que la sostenibilidad será, si cabe, todavía más protagonista. Ya en otoño, siendo la sede de varios eventos relevantes relacionados con la conservación del patrimonio desde una perspectiva sostenible y la gestión del impacto medioambiental en la actividad turística, como el Global Leader´s Summit de finales de septiembre. En octubre le llega el turno al foro GDS (Global Destinations Sustainability) y la Conferencia de Otoño de City Destinations Alliance, la principal asociación de destinos urbanos en Europa. En el marco de ambos eventos tendrá lugar además la ceremonia de entrega de los premios GDS- Index, en la que se reconocerá a los destinos más innovadores en sostenibilidad.
