El mercado inversor hotelero español ha registrado una intensa actividad durante 2023, lo que le permitirá cerrar el ejercicio con un volumen total de capital invertido superior a los 3.000 millones de euros, cifras que podrán ser similares o ligeramente superiores a las registradas en 2022. Entre los retos para 2024: afrontar los altos tipos de interés y el impulso de los criterios ESG.
Estas han sido algunas de las conclusiones de la Conferencia Anual de Inversión Hotelera, organizada en Madrid por Cushman & Wakefield que ha reunido a más de 250 profesionales de la industria.
En el encuentro celebrado en el Intercontinental Madrid Hotel bajo el título ‘La inversión hotelera se reinventa en un mercado maduro’, Albert Grau y Bruno Hallé, socios y codirectores de Cushman & Wakefield Hospitality en España, han desgranado algunos de los hechos que han protagonizado el 2023 y han apuntado también los retos del futuro en materia de inversión hotelera y de la industria en general.
Según Albert Grau la actividad inversora hotelera en España ha mostrado un aceleramiento destacado durante los últimos meses del año situándose el foco principalmente en el segmento vacacional y en las categorías de lujo y alta gama.
Hasta septiembre en España se han transaccionado un total de 2.539 millones de euros, en un total de 68 propiedades (12.254 habitaciones). El 75% del capital proviene de inversores internacionales y el 44% del volumen de la inversión se ha destinado a activos de lujo y alto nivel.
En su intervención, Bruno Hallé recordó que algunas de las operaciones responden a la voluntad de hacerse con activos que pueden considerarse ‘trofeos’ cómo las adquisiciones del Mandarin Oriental en Barcelona, el Palacio del Retiro en Madrid o el W y The Standard en Ibiza.
Retos para 2024
La Conferencia ha servido también para perfilar los retos para el sector de cara el próximo año entre los que destaca la evolución del precio del dinero.
Según los expertos los protagonistas del mercado inversor siguen atentos a esta evolución y en el momento que se estabilice o recupere niveles más bajos, se producirán nuevas entradas de capital a la búsqueda de operaciones menos amenazadas por el precio de la financiación.
“La industria hotelera debe seguir impulsando los criterios ESG. No solo como necesidad en el día a día de la operativa para cumplir con las exigencias en esta materia, sino también como mecanismo para situar el activo en el mercado en condiciones favorables. Los inversores cada vez son más sensibles a estos criterios en sus decisiones”, destacaba Halle.
En este ámbito de la sostenibilidad se ha hecho hincapié en la gestión del agua, un recurso clave para un mercado como el español.
Otros retos apuntados para 2024 en el aspecto operativo han sido la digitalización y el talento en una estrategia “dirigida a ofrecer siempre el mejor servicio posible en los hoteles, respondiendo a las exigencias de la demanda, pero también con la mirada puesta en los equipos profesionales”.