Nuestro país será el destino turístico más visitado en 2040, con 110 millones de llegadas, seguido de Francia (105 millones) y de Estados Unidos (100 millones), según el informe ‘Viajeros y destinos NextGen’ elaborado por Deloitte y Google.
Según datos de Exceltur de 2023, el turismo contribuyó en un 12,8% al PIB español y supuso el 17% del total del empleo generado. Por otro lado, el sector genera un alto impacto en el conjunto de la economía española, ya que cada euro invertido en turismo genera 1,96 euros en el resto de la economía; y cada empleo en el sector crea 1,41 empleos adicionales.
Con el objetivo de asegurar la sostenibilidad del sector, el Gobierno de España ha puesto en marcha una estrategia de desarrollo de un nuevo modelo de turismo sostenible para los próximos años con el foco puesto en la digitalización y la cohesión social y territorial, con expectativas de atraer turistas hacia nuevas zonas por descubrir y en diferentes momentos temporales.
Previsión de cara a 2040
El informe también estima que el número de viajes en todo el mundo alcanzará los 2.400 millones, 936 millones más que los 1.464 millones registrados en 2019. Según el análisis, el incremento en el número de viajes será consecuencia del aumento de las clases medias en todo el mundo. Por zonas geográficas, los viajeros de Europa y Asia Pacífico aglutinarán más del 70% de los viajes; mientras que los principales países emisores serán los mismos que en 2019 (China, Estados Unidos, Reino Unido y Alemania) con el añadido de India.
Por lo que respecta a las llegadas, Europa y Asia Pacífico coparán el 47% y el 27% de las mismas, con 1.120 y 640 millones de viajeros respectivamente. Los cinco países con más llegadas de viajeros en 2040 serán España, Francia, Estados Unidos, China y México; que aglutinarán el 20% del total.
Según el informe, el 45% del total de viajeros de todo el mundo se concentrará en cuatro destinos clave: Mediterráneo (480 millones), sudeste asiático (255), nuevo Oriente Medio (175) y Caribe (145).
Jorge Gilabert, socio de Monitor Deloitte, destaca que “la visión 2040 conlleva implicaciones en tres palancas principales. La primera de ellas la configuran los mercados, y en este escenario los operadores de viajes deben adaptarse a la aparición de nuevos mercados emisores, al auge de las nuevas tecnologías y los requisitos ESG. La segunda de las palancas son los modelos de negocio, en los que jugarán un papel clave la flexibilidad, la hiperpersonalización y la reconfiguración de la industria. Finalmente, los mecanismos de cómo las empresas del sector interactúan con una fuerza laboral resiliente, con los algoritmos y la automatización y con los nuevos centros de gravedad financiera”.
Por su parte, Maialen Carbajo, directora de Travel Retail and Aggregators de Google España, afirma que "el turismo del futuro indica que España será el principal país receptor de viajeros en 2040 y que los principales destinos turísticos serán cada vez más diversos, por lo que no solo se concentrará en Europa, sino que los países que componen la APAC u Oriente Medio irán siendo cada vez más y más relevantes. Con estas transformaciones en el sector, se hace más imprescindible que las empresas cuenten con las herramientas adecuadas. De hecho, gracias a tecnologías como la IA, las empresas tienen la oportunidad de poder definir mejor su estrategia a futuro. El uso de este tipo de soluciones no solo les va a aportar una mayor eficiencia y productividad en sus procesos, sino que también va a contribuir a un desarrollo más sostenible del turismo ofreciendo datos relevantes tanto para empresas como para personas usuarias".
Tendencias del futuro de los viajes
El estudio afirma que en la actualidad hay una transición económica, social y tecnológica que conformará el futuro del sector turístico en los próximos años, en el que la transformación será un aspecto clave para el éxito.
En este sentido, el informe identifica seis factores que transformarán el futuro de los viajes con vistas a 2040. El primero, el impacto de las tecnologías exponenciales, como la realidad virtual, Inteligencia Artificial o la traducción en tiempo real. La segunda, el cambio en el perfil del viajero, con variables como el envejecimiento y la longevidad, la diversidad sexual y racial o las desigualdades.
Otros factores son los movimientos culturales y sociales, la transformación de los negocios, el cambio climático y la influencia de la economía, la geopolítica y la ciberseguridad.
El turismo: motor de crecimiento
El estudio revela las seis principales contribuciones de la industria turística, siendo la primera de ellas el crecimiento económico ya que el turismo representó el 10% del PIB mundial entre 2016 y 2019. Además, destaca el empleo con impacto social. Y es que el sector generó uno de cada nueve empleos entre 2016 y 2019, especialmente a más mujeres y jóvenes que otras industrias.
Por otro lado, los ingresos del turismo tienen un efecto multiplicador en otros sectores (generaron uno de cada cinco nuevos empleos en todo el mundo entre 2014 y 2019). Asimismo, el informe señala la modernización de los países dado que el sector atrae infraestructuras e inversión extranjera que contribuye al desarrollo de los países y a la calidad de vida de los ciudadanos.
El quinto factor es la cohesión social. El turismo fomenta el intercambio cultural y elimina fronteras entre los países. Más de 1.500 millones de personas viajaron en 2019, un 20% de la población mundial. Finalmente, el compromiso medioambiental. Las empresas del sector tienen una ambiciosa agenda en materia de ESG y una clara hoja de ruta para compensar sus emisiones de carbono.
El sector turístico ha crecido de manera exponencial en las últimas décadas. El número de llegadas a nivel global se ha duplicado cada 15 años desde 1975 (222 millones de viajeros) hasta 2019, antes del impacto provocado por la pandemia (1.464 millones).
Si bien la industria frenó su crecimiento debido a la pandemia, en 2023 se encontraba al 88% del nivel alcanzado en 2019. La recuperación, sin embargo, está siendo desigual en las diferentes geografías. Si bien Europa y América ya habían superado los niveles de viajeros de 2019, Asia Pacífico sólo había recuperado la mitad. Esta lenta recuperación de la región impacta directamente en el flujo de llegadas, sobre todo en Europa y Oriente Medio, donde el 20% de los viajeros procedía de Asia Pacífico en 2019.