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El Ictes presenta la ‘Declaración de Jerez’ como hoja de ruta de los próximos años

Las resoluciones son fruto de los debates y las votaciones realizadas en el marco del VII Congreso Internacional de Calidad y Sostenibilidad Turística

Publicada 04/07/2024

8:28 horas

 - Actualizada 04/07/2024

8:32 horas

La ‘Declaración de Jerez’ se basa en site puntos extraídos de los debates y votaciones realizados durante el congreso.

La ‘Declaración de Jerez’ se basa en site puntos extraídos de los debates y votaciones realizados durante el congreso.

El Instituto para la Calidad Turística Española y la Sostenibilidad (Ictes) ha presentado este miércoles la ‘Declaración de Jerez’, un documento que emerge de las conclusiones obtenidas durante el VII Congreso de Calidad y Sostenibilidad Turística, celebrado en la ciudad gaditana en el mes de junio. El presidente del Ictes, Miguel Mirones, se ha referido al documento como “la hoja de ruta consensuada por el sector turístico español para los próximos años” y recoge las conclusiones en relación a todos los temas relevantes, porque “no hemos querido eludir ningún debate”.

En el acto de presentación, la alcaldesa de Jerez, María José García Pelayo, ha señalado que las conclusiones “son un compromiso y una apuesta firme por la defensa de la industria turística. El Plan de Turismo que estamos trabajando recogerá todas y cada una de estas conclusiones que la Declaración de Jerez incorpora”.

En Palabras de Yolanda Aguilar, secretaria general de Turismo de la Junta de Andalucía, recuerda que estamos en un momento en el que “el turismo se pone en cuestión y el Congreso ha cogido el testigo y ha asumido la responsabilidad de impulsar una declaración que a la que nos sumamos con un compromiso expreso”.

Siete puntos a abordar

Impulsada por el Ictes tras los debates y votaciones mantenidos en el VII Congreso Internacional de Calidad y Sostenibilidad Turística, la ‘Declaración de Jerez’ incluye siete puntos. El primero recoge que los sistemas de Calidad y Sostenibilidad, certificados por auditoría de tercera parte contra normas públicas, contribuyen a una mayor valoración de la actividad turística, al dar respuesta a la demanda de la sociedad de un incremento de los estándares en la actividad y servicios turísticos.

El segundo hace referencia a que calidad y sostenibilidad han dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad de la actividad turística, así como la mejor respuesta a las demandas de la sociedad en relación al sector.

El tercer punto deja claro que la sostenibilidad debe ser contemplada en sus tres vertientes: económica, social y medioambiental, y añade que ningún plan de sostenibilidad prosperará si no tiene en cuenta alguna de las tres.

La relación del turismo con otros sectores de actividad centra el cuarto punto, al ser el turismo una actividad trasversal y con gran incidencia en el desarrollo y la actividad de otros sectores económicos (como el comercio, la sanidad, las infraestructuras o el sector inmobiliario), por lo que es preciso confluir con estos sectores para generar mayores sinergias en la planificación de sus respectivas actividades, siempre desde los valores de la calidad y la sostenibilidad.

La Declaración continúa tratando el problema que el agua puede suponer para el turismo, señalando la importancia de la realización de diagnósticos de la situación para elaborar planes de sostenibilidad debidamente auditados y certificados que aporten soluciones.

Modificar las corrientes existentes

Lograr generar una corriente de ‘turismofilia’, haciendo que la sociedad entienda que “el turismo es la solución y no el problema” es el eje del sexto punto. Para ello, se recogen intervenciones en distintos ámbitos: en el territorio, favoreciendo la convivencia entre residentes, trabajadores, empresas y gestores de recursos turísticos, para lo que “es imprescindible disponer de datos precisos sobre la actividad turística de cada territorio y analizarlos debidamente”.

Además, indican que es necesario diferenciar a turistas de viajeros y visitantes, porque todos tienen presencia en un lugar y consumen servicios e infraestructuras públicas, pero los turistas pernoctan en establecimientos reglados y su presencia y gasto se puede medir, mientras los visitantes no dejan rastro y los viajeros se alojan en establecimientos no reglados o en casas de amigos o familia. Sin una adecuada planificación urbanística, sanitaria o de infraestructuras, no es posible alcanzar el equilibrio entre el bienestar de los residentes de un destino turístico y quienes lo disfrutan de forma temporal.

Otro ámbito para mejorar la situación existente es la atracción de talento a la actividad turística. En este sentido, el sector manifiesta que otorga tanta importancia a la sostenibilidad social, económica y medioambiental como mejor forma de reposicionar al sector turístico en el mercado laboral, manifestándose orgulloso de ser el sector de actividad económica que más empleo genera en España y dispuesto a mantener la tasa de empleo.

Así, se considera que “apoyar a las empresas que se comprometan con la calidad y la sostenibilidad, mediante la implantación de sistemas auditables y certificables, es el camino más adecuado para lograr nuevas incorporaciones laborales a la actividad turística”. Atraer y retener talento es un objetivo prioritario para el sector y sólo logrando una percepción social de un sector comprometido con los valores de la calidad y la sostenibilidad, se conseguirá alcanzar las cifras necesarias de llegada de nuevos profesionales al sector, para garantizar la actividad turística con los estándares adecuados.

Mejorar la financiación local

También importante es el ámbito relativo a la financiación de los municipios turísticos y, en este sentido, es urgente e imprescindible abordar la financiación de los “municipios turísticos”, para que puedan realizar una planificación adecuada de la actividad turística en sus territorios.

En este sentido, el sector entiende que la solución no pasa por implantar tasas turísticas, que solo repercutirían en los llamados turistas, al cobrarse únicamente a las personas que pernoctan en establecimientos reglados, sino que deben buscarse soluciones que permitan que alguno de los impuestos que recaudan el Estado o las Comunidades Autónomas reviertan directamente en estos municipios.

Las certificaciones

Por último, dentro del sexto punto, para hacer entender que el turismo es una solución y no un problema, resulta fundamental trabajar en su imagen, por lo que “es fundamental realizar una campaña de comunicación activa de ámbito estatal y en colaboración con las Comunidades Autónomas, en la que las marcas Q y S pueden jugar un papel activo como máximos exponentes del compromiso de empresas, administraciones públicas y destinos turísticos con la calidad y sostenibilidad certificadas”, explican desde el Ictes.

La Declaración de Jerez finaliza con el séptimo punto, relativo a la unidad sectorial, ya que el sector apuesta por una única norma de sostenibilidad para todo el territorio español, identificada con la marca S de Sostenibilidad para liderar en el mundo la sostenibilidad turística certificada.

Desde el Instituto recuerdan que España desarrolló en su día normas de calidad y apostó por la Q como única marca para identificar a empresas y destinos certificados, siendo líderes mundiales en normalización y certificación turística. Ahora, es la norma de sostenibilidad promovida por el Ictes y su marca S la que se debe adoptar en todo el territorio nacional y continuar su proceso en ISO, para que España revalide su liderazgo mundial, esta vez en materia de sostenibilidad turística.

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